La vicepresidenta aprovecha la debilidad de María Dolores de Cospedal por los ‘papeles’ del extesorero para postularse como la alternativa de Rajoy en el PP y el Gobierno.
El ‘caso Bárcenas’ está provocando un auténtico terremoto en el PP en el que no todos se están viendo perjudicados. Algunos dirigentes están viendo en esta situación un buen momento para ‘sacar tajada’ y ganar peso en el partido. Este sería el caso de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y sus afines, entre ellos, Alfonso Alonso. Incluso, algunos líderes autonómicos como José Antonio Monago.
El ‘paseíllo’ de María Dolores de Cospedal en la Audiencia Nacional el pasado miércoles y sus declaraciones sobre la responsabilidad de Javier Arenas y Mariano Rajoy en el finiquito de Luis Bárcenas han puesto de nuevo en jaque el liderazgo de la secretaria general en las filas del PP.
Un sector del partido llama a apartar de la primera línea a todo aquel que se haya visto salpicado por el caso del extesorero, entre ellos, a la propia presidenta manchega, para reducir que el impacto provocado por este caso aumente aún más si cabe.
Este llamamiento hace que la figura de Santamaría en el partido suba como la espuma. Y con ella, el de sus dirigentes más fieles que tampoco se han visto arrastrados por los ‘papeles’ de Bárcenas. Todo lo contrario, son los únicos supervivientes y a pesar de ello, se han esforzado por tratar de reducir lo más posible las consecuencias de esta polémica y dar la cara por Rajoy.
Así, junto a la vicepresidenta, que gana cada día más enteros para suceder a Rajoy al frente del PP y como candidata a la Presidencia del Gobierno, Alfonso Alonso se está convirtiendo en un dirigente a tener en cuenta.
Poco a poco y sin generar mucho ruido, el portavoz del partido en el Congreso recibe cada vez más apoyos hasta el punto de que algunos le vaticinan un importante puesto en la planta ‘noble’ de Génova, la séptima, donde están los despachos de los políticos con mayor peso en la formación conservadora.
Así lo demostró el pasado 1 de agosto en la comparecencia de Rajoy en el Senado (el Congreso estaba en obras) cuando recibió una sonora ovación de los populares a su defensa de la estrategia del jefe del Ejecutivo en los ‘papeles’ del extesorero. Una intervención por la que se ganó un sorprendente abrazo del mismísimo líder del PP.
Junto a Santamaría y a Alonso, otro de los dirigentes del partido están sobreviviendo al ‘caso Bárcenas’ como José Antonio Monago. El presidente de Extremadura, conocido en algunos círculos como el ‘barón rojo’ por sus medidas, algunas propias de la mismísima izquierda, no ha dudado en manifestar su indignación con esta trama hasta el punto de reclamar una explicación.
Todo esto choca con el daño que los manuscritos están provocando a algunos cargos como Cospedal. A pesar de los esfuerzos de la secretaria general por plantar cara al extesorero, con varias demandas incluidas, la ‘número dos’ del PP no logra evitar que su figura esté cada vez más entredicho y tema verse arrastrada por esta polémica.
