Los tribunales han obligado a la Comunidad Valenciana a readmitir a aquellos médicos a los que en el último año había obligado a jubilarse.
Según recoge el diario local Información , desde comienzos de 2012, la Conselleria de Sanidad ha estado cerrando el grifo a la prórroga en la actividad laboral del personal médico. Hasta ese momento, una vez cumplidos los 65 años los facultativos podían solicitar seguir trabajando hasta los 70 previo paso por las unidades de riesgos laborales de los centros sanitarios, que evaluaban las condiciones físicas y psíquicas de los médicos para determinar si podían seguir desempeñando su labor sin problema. Según las nuevas directrices de la Conselleria de Sanidad, cuando un médico desee trabajar a partir de los 65 años, el responsable de su área deberá emitir un informe justificando la necesidad de su continuidad, y entonces será la conselleria quien decida.
En la provincia de Alicante se han visto afectados por esta situación más de 300 facultativos en el último año. De ellos, al menos 15 profesionales han recurrido, a través de los servicios jurídicos de los principales sindicatos del ámbito sanitario, la decisión de la conselleria de no dejarles seguir trabajando pese a que el estatuto así se lo permite. En el conjunto de la Comunidad Valenciana el número de denuncias superaría el centenar, según estimaciones del Sindicato Médico.
Según asegura al diario Información, Pedro Plou, presidente de esta agrupación en la Comunidad Valenciana, ya hay más de 50 sentencias favorables hacia el trabajador. En estos casos, además de readmitir al médico, la conselleria ha tenido que hacer frente a una indemnización correspondiente a la cuantía económica que el trabajador ha dejado de percibir durante el tiempo que ha estado jubilado. El Sindicato Médico estima que la indemnización media ronda los 30.000 euros, por lo que Sanidad tendría que verse obligada a pagar hasta tres millones de euros en caso de que pierda todas las sentencias que se han presentado en la Comunidad. Además, tendrá que devolver al Estado el gasto de las pensiones.
La misma receta se aplica en Madrid
Madrid ha copiado la receta de ahorro de la Comunidad Valenciana. El Gobierno de Ignacio González ha decidido prescindir de los servicios de los médicos mayores de 65 años, que hasta ahora podían prolongar su actividad hasta los 70 si superaban un examen físico y psicológico. Y lo ha hecho, como anunció en marzo, para ahorrar.
Y lo mismo que ocurre en Valencia podría suceder en Madrid. Según ha indicado a EL BOLETÍN la responsable del área de Sanidad de UGT Madrid, Carmen Medranda, “la Consejería va a recibir muchas demandas” dentro de poco por las jubilaciones forzosas de médicos. Según la sindicalista, en muchos casos el Gobierno regional había concedido una prórroga para que estos facultativos prolongasen su vida laboral hasta los 70 años, aunque posteriormente cambió de idea y aplicó la nueva norma con carácter retroactivo.
Es por eso, dice Medranda, que ya son muchos los médicos que están preparando acciones judiciales contra Lasquetty. “Lo lógico como trabajadores es defenderse en los tribunales”, ha afirmado la representante de UGT, que señala que dentro de unos días podrían llegar las primeras demandas contra el Ejecutivo autonómico, que no ha “valorado el trabajo de los médicos a la hora de tomar esta decisión”.
También desde la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts) han criticado esta decisión. Fuentes de este sindicato han aseverado que la decisión del consejero no es más que una muestra más de la “improvisación” y “mala fe” con la que actúa, ya que sólo por ahorrarse dinero “prescinde de gente valiosa” que todavía está “en condiciones de trabajar más tiempo”.
Además, la decisión de Lasquetty, comunicada el pasado día 30 de abril y que se hizo efectiva de forma oficial el 15 de mayo (a muchos médicos les mandaron a casa desde el día 1, para que disfrutasen de las vacaciones correspondientes a su trabajo en los primeros meses del año), ha dejado en una complicada situación los servicios sanitarios.
Desde Amyts denuncian que había consultas y cirugías programadas que de la noche a la mañana se quedaron en el aire. No obstante, muchos médicos, “para no crear un mayor deterioro ni dejar el servicio en esas condiciones”, acudieron a sus puestos de trabajo en la primera quincena de mayo, algo que nadie les va a pagar.
