Alfredo Pérez Rubalcaba ha rechazado entrar en el debate sobre la carrera por el poder que se ha iniciado en el PSOE tras conocerse que el secretario del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Madina, está dispuesto a presentar su candidatura para liderar el partido. “El PSOE no está en eso”, ha asegurado el líder socialista que ha evitado confirmar si se presentará a las primarias.
“Está muy bien hablar de quién va a ser el candidato”, ha asegurado el secretario general del PSOE en una entrevista en El programa de Ana Rosa, “pero el problema de los españoles no es quién va a encabezar el PSOE”, sino el paro, los recortes o los desahucios. Y es que, Rubalcaba ha tratado de zanjar este debate en un momento tan delicado para algunos colectivos sociales. Por ejemplo, hoy el PP aprobará su ley contra los desahucios tras rechazar las propuestas de la oposición y los afectados por las hipotecas.
A pesar de esto, el líder del principal partido de la oposición ha tenido que seguir dando la cara por esta lucha por el poder que se ha desatado entre los socialistas. Tras admitir que no ha leído las informaciones que aseguran que Madina está dispuesto a dar un paso adelante y presentar su candidatura para sucederle al frente del PSOE, Rubalcaba ha asegurado que “faltaría más, un partido que no tenga gente que lo quiera liderar, está muerto”.
Eso sí, ha evitado confirmar que él hará lo mismo y se presentará a la reelección. “Iré a las primarias si considero que para mi partido es útil” y, de no ser así, “con enorme alegría me iré”.
A la espera de que llegue ese día, el secretario general ha asegurado que tiene mucho trabajo aún por delante. “La tarea del PSOE es cambiar su proyecto y volver a conseguir la confianza de los ciudadanos. Para eso tenemos que hace una buena oposición, firme pero responsable”.
Los movimientos de Eduardo Madina para presentar su candidatura no son nuevos. Tal y como adelantó EL BOLETIN hace unas semanas, el secretario del Grupo Parlamentario Socialista ha mantenido diversas reuniones con militantes y cargos del partido en diferentes agrupaciones para sondear los ánimos y conocer si aceptarían su proyecto político.
