La guerra en la Audiencia Nacional desatada por Javier Gómez Bermúdez al admitir la querella de IU por la presunta contabilidad B del PP ya tiene ‘árbitro’. El presidente de la Sala de lo Penal, Fernando Grande-Marlaska, será el encargado de decidir si el ‘caso Bárcenas’ recae en manos del juez del 11M o, por el contrario, en Pablo Ruz, instructor del Gürtel, que asumió los ‘papeles’ de Bárcenas por encontrar vínculos con la trama de Correa.
Grande-Marlaska tendrá que sofocar el conflicto que desató ayer el magistrado que presidió los atentados del 11 de marzo al hacer caso omiso a la decisión de Pablo Ruz de encargarse de los ‘papeles secretos’ del extesorero por su supuesta relación con el Gürtel.
Esta pelea en el seno de la Audiencia Nacional será resuelta por la Sala de lo Penal que en los próximos días señalará a quién le compete investigar la presunta contabilidad B del PP y qué magistrado se queda fuera de la causa.
De la decisión que tome Grande-Marlaska dependerá el futuro de Génova en el ‘caso Bárcenas’. De ahí que muchos dirigentes populares tengan puestas todas sus esperanzas en que el presidente de esta sala se decante por Ruz y no por Gómez Bermúdez, al que aún le reprochan su labor en el juicio de los atentados del 11 de marzo en Madrid. Estas ilusiones son rápidamente chafadas por algunos cargos del partido que recuerdan que el responsable de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se negó a suspender la pena de cárcel de Ángel Carromero.
Sea la que sea la decisión que al final tome Grande-Marlaska: si el juez del 11M o el del Gürtel, lo que queda claro es que ayer Gómez Bermúdez desató la locura, tanto en el mundo judicial como en las filas del PP. Precisamente, sobre los populares, este magistrado logró que los planes de Génova para zanjar la crisis por Bárcenas con un multitudinario acto de apoyo a María Dolores de Cospedal fracasaran.
