Centenares de empleados de Iberia se concentran desde primera hora de la mañana en el aeropuerto de Barajas en la primera jornada de una nueva semana de paros contra el plan de reestructuración de la compañía, que implicará el recorte de 3.807 empleos.
A esta nueva tanda de paros se sumará el sindicato de pilotos Sepla y supondrá la cancelación de 1.300 vuelos. De esta cifra, 431 han sido cancelados por Iberia y los 850 restantes por Vueling (316), Air Nostrum (433) e Iberia Express (101).
Iberia ha reubicado a 38.000 de los 40.000 pasajeros afectados por la huelga de esta semana, y los 2.000 que no han podido ser acomodados podrán optar por cambiar la fecha del billete o solicitar el reembolso.
La cifra es inferior a la de 70.000 de la primera semana de huelga -entre el 18 y el 22 de febrero-, a lo que contribuye, según aseguran fuentes de la aerolínea a Efe, que los viajeros han tenido más tiempo para evitar viajar los días con paros y que la compañía aérea tiende a anular los vuelos con menor ocupación.
Los sindicatos han respondido al plan de reestructuración con la convocatoria de la mayor huelga de la historia de la compañía, quince días de paros en tres tandas de cinco.
El Gobierno ha nombrado un mediador el conflicto, Gregorio Tudela, quien se espera que presente esta semana una propuesta, tras haber recibido por separado en los últimos días a la dirección y a los sindicatos para recoger sus puntos de vista sobre la situación.
Los servicios mínimos fijados por el Ministerio de Fomento protegen el 100% de los vuelos a Canarias, Baleares y Melilla, el 50% de los internacionales y de los nacionales de más de 500 kilómetros y el 25% de los nacionales de menos de 500 kilómetros.
En la primera semana de marzo, Iberia tiene previsto operar el 85% de sus vuelos de largo radio, el 62% en el medio radio internacional y el 47% en los vuelos nacionales, según ha informado este lunes en un comunicado.
