Los recortes impulsados por el Gobierno de Ignacio González están agravando cada vez más la situación de las urgencias hospitalarias. Por si no fuese suficiente con la decisión de la Consejería de Sanidad de no cubrir las bajas, ahora estos centros han de lidiar también con despidos de médicos y reducción en del número de plazas.
Uno de los hospitales que está pagando la ‘factura’ más alta es el de Getafe. Los trabajadores denuncian que la situación es insostenible debido al “desmantelamiento progresivo” que está llevando a cabo el gerente, colocado por el Ejecutivo autonómico, con sus recortes. Sobre todo, han explicado a EL BOLETÍN, después de que haya despedido por SMS a más de diez médicos de familia de Urgencias que “hacían guardias en turnos de mañana y de tarde”.
Algo que “repercutirá en el paciente, ya que habrá que hacer el mismo trabajo con menos gente”. No obstante, este no es el único recorte que se ha llevado a cabo en dicha clínica. También son numerosas las quejas del personal sanitario por la reducción del número de plazas del hospital que lleva a cabo la dirección, sacando camas de las habitaciones que acaban almacenadas en el sótano.
Todo ello está provocando que se ralentice la actividad de una forma “drástica” hasta dejar al centro funcionando a menos del 50% de su capacidad, puesto que además de estos recortes ahora sólo se hacen “contratos de media jornada” y el trabajo extraordinario vespertino “ha desaparecido”. Unas medidas que, según señalan los empleados, podría favorecer una privatización en el futuro.
Con todo, los problemas en el Hospital de Getafe vienen de lejos. Según han indicado estas mismas fuentes, hace un año el gerente decidió cerrar el quirófano del paritorio, en el que se realizaban cesáreas de urgencia, argumentando que apenas se utilizaba. Una afirmación que los trabajadores niegan, ya que se ven obligados “casi a diario” a llevar a las parturientas al quirófano de Urgencias, muchas veces ocupado, o a paralizar las operaciones previstas en otros quirófanos del hospital porque estas cesáreas, al requerir premura, no pueden esperar.
Aunque el de Getafe es sólo uno de los hospitales de la región con problemas debido a los recortes. También el Infanta Leonor (Vallecas) y el Infanta Cristina (Parla) están pasando por dificultades debido a la decisión de la Consejería de Sanidad que dirige Javier Fernández-Lasquetty de no cubrir las bajas.
Según indicaron fuentes de CCOO a este diario, “el recorte en el capítulo de personal ha hecho que haya menos plantilla, más sobrecarga de trabajo y que la calidad del servicio que se ofrece al paciente sea menor. Se ahorra todo lo que se puede y eso se nota”.
Una situación que puede ir a peor, ya que el Gobierno regional está negociando con los sindicatos sanitarios el Plan de Ordenación de Recursos Humanos, que podría traer un nuevo “ajuste de plantillas”. “Si esto sucede, estaremos escasos de personal”, han sentenciado desde el sindicato.
Junto a ellos, otro de los hospitales más afectados es el Gregorio Marañón. Según publicó la Cadena SER , este mes de marzo reducirá las guardias de oncología y otorrinolaringología en las urgencias, que ya no serán físicas sino localizadas. Es decir, los médicos estarán en sus casas y acudirán al centro si fuese necesario. Además, desde el pasado mes de noviembre en las urgencias de este hospital hay un anestesista menos.
La emisora del grupo Prisa indicaba que la dirección del hospital ha explicado estos ajustes aludiendo a una cuestión de gestión, aunque los médicos del centro aseguran que la decisión no está justificada clínicamente y señalan que está provocando una preocupante merma en la asistencia médica en las urgencias.
