Un total de 377 personas murieron en las carreteras españolas durante los meses de julio y agosto, 70 menos que en 2008. Esta es la cifra más baja desde el verano de 1963, cuando fallecieron 398 personas, que se consigue reducir en un verano esta cifra por debajo de los 400 muertos, según Europa Press.
Así, durante el mes de julio fallecieron 177 personas, 54 menos que el mismo mes del año anterior, mientras que en agosto la cifra de fallecidos fue de 200 víctimas mortales, 16 menos que en 2008. Ambos descensos se produjeron a pesar de que el número de desplazamientos de largo recorrido (86 millones) aumentaron en verano un 2,2 por ciento respecto al año anterior.
Durante la presentación hoy de estas cifras, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, destacó que la reducción en la siniestralidad es “muy significativa” e implica que “prácticamente” se ha salvado la vida de una persona cada día durante este verano comparado con el año anterior.
