Los rivales de Esperanza Aguirre han acusado a la ‘lideresa’ de seguir gobernando la Comunidad de Madrid en la sombra pese a haber dejado el cargo en septiembre. Las críticas de los aznaristas contra la presidenta del PP regional se han desatado a causa del conflicto sanitario, ya que la dirigente ha demostrado saber más que Ignacio González e incluso que el consejero Javier Fernández-Lasquetty sobre las reuniones entre el Gobierno autonómico y los sindicatos.
La ‘lideresa’ sigue de cerca todo lo que se ‘cuece’ en el conflicto sanitario que le ha explotado en la cara a su sucesor, Ignacio González, y así de claro lo dejó el pasado martes, cuando tras la reunión del Comité de Dirección del PP madrileño demostró que conocía de primera mano todo lo relacionado con las negociaciones del Ejecutivo regional y los sindicatos.
“Estoy sorprendida y muy decepcionada después de que los sindicatos aseguraran que tenían propuestas alternativas a las que plantea el Gobierno, nos hemos encontrado con que el verdadero ahorro, según ellos, está en la no externalización de seis hospitales y centros de salud. Dicen que eso supondría un ahorro de 138 millones de euros, cuando la realidad es que la titularidad pública del servicio de sanidad no implica la gestión mediante funcionarios. Ya hay cuatro hospitales en la región que tienen titularidad pública y el servicio es universal, gratuito y de máxima calidad pero de gestión privada”, afirmó la presidenta de los populares madrileños.
Unas palabras que no hubiesen sorprendido por sí solas si no fuese porque un día después, ayer, fueron repetidas por el jefe del Ejecutivo autonómico y el responsable de Sanidad en las que fueron sus primeras comparecencias para hablar de la marcha de las negociaciones.
Mientras que Ignacio González se encargó de repetir el ‘mantra’ de que son cuatro los hospitales madrileños de tienen titularidad pública pero gestión privada en los que el servicio es universal, gratuito y de máxima calidad, Lasquetty se limitó a mostrarse “decepcionado” con las organizaciones sindicales porque su plan alternativo no tenía la “consistencia suficiente” para ahorrar 533 millones.
Estas palabras hicieron saltar las alarmas de las familias populares que buscan arrebatarle el poder a Aguirre en el PP madrileño, sobre todo de los analistas, que ahora más que nunca creen que la ‘lideresa’ nunca terminó de irse de la Comunidad de Madrid.
