El Grupo Prisa ha enviado un comunicado a sus trabajadores en el que les informa que el código de conducta Web 2.0 pasa a ser de obligado cumplimiento. La empresa intenta de este modo acallar las críticas que lanzan sus empleados contra la dirección por el ERE de El País.
«Trabajar en Prisa conlleva la asunción de unos valores basados en la defensa y difusión de las libertades democráticas de todos los ciudadanos, por lo que es preciso ser coherentes en las opiniones y en la adhesión a grupos o páginas que vayan en contra de los principios fundacionales del grupo». Esta es la primera premisa de este código de conducta.
Además, también establece un protocolo de actuación, en «caso de crisis», como aquellos casos «que puedan suponer un daño en la imagen y reputación de nuestra empresa, nuestras marcas, nuestros productos, los presentadores, autores, directivos y empleados en general».
En las últimas semanas, las críticas contra Prisa y su presidente, Juan Luis Cebrián, han sido una constante entre los trabajadores del grupo y, fundamentalmente de El País, donde la compañía ha acometido un ERE que ha afectado a 129 empleados.
