Los abuelos indignados, conocidos como yayoflautas, han decidido actuar contra la tasa del euro por receta que impondrá Ignacio González a partir de enero de 2013. Este colectivo ha decidido ‘tomar’ la Consejería de Sanidad madrileña para protestar por lo que denominan un “repago sanitario” y entregar un manifiesto al titular de esta cartera, Javier Fernández-Lasquetty, en el que dejan claro su oposición a esta medida.
Según ha indicado el colectivo a través de su cuenta de Twitter, ?@iaioflautas, “ocho yayoflautas ocupan la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid contra el repago sanitario”. Además, aseguran que no son más porque “la Guardia Civil ha interceptado al resto”, que están apoyando esta movilización “desde fuera”.
Los yayofalutas han acudido al departamento dirigido por Lasquetty para entregar al consejero una carta en la que cargan contra el euro por receta. Según recoge la página de Facebook de estos abuelos ‘indignados’, “ante los gravísimos problemas y expolio continuado que está padeciendo la ciudadanía” denuncian “el poder desnudo y totalitario que está liquidando todo lo común, colectivo o público y entregándoselo a una minoría que quiere convertir una necesidad social, como es la necesidad de la salud, en un negocio particular. Al resto nos toca pagar y callar”.
También cargan contra “la precariedad y el paro, a la que se une el gasto médico y farmacéutico en las familias, reduciéndose la vida de la mayoría a trabajar (el que pueda), comer (lo que se pueda) e intentar no contraer enfermedades que reduzcan su flexibilidad, disponibilidad y capacidad de emprendimiento”.
Aseguran que “si algo dice nuestra Constitución es que la sanidad es un bien público; no de financiación pública, que lo es, sino también un bien de prestación y provisión públicas. Por ello, consideramos inconstitucional el euro por receta”.
Los yayofalutas aseguran que esta tasa “no se va a revertir en mayores o mejores servicios. Pagaremos más para tener menos”, porque es un impuesto que “grava la enfermedad”. “Nadie decide por sí mismo enfermar, por lo que los medicamentos son un gasto obligado para quien los necesita. El acopio de medicamentos que dice perseguir esta medida no se resuelve castigando al comprador, pero puede mejorarse controlando al prescriptor y al fabricante. Son los médicos los que emiten las recetas y las empresas farmacéuticas las que envasan en dosis que superan el tratamiento tipo”, continúa el comunicado de este colectivo.
En este punto, los abuelos ‘indignados’ señalan que el euro por receta es “demoledor para las rentas medias (cada día más bajas), porque se suma al copago de junio y el medicamentazo de agosto que ya incrementaron el coste de las medicinas. Para los pensionistas es aún peor, suelen ser mayores consumidores de fármacos y tener pensiones inferiores a los 1.000 euros. En los últimos meses, además, son el sustento de familias enteras que se han quedado sin ingresos”.
La medida adoptada por el Gobierno de Ignacio González “entraña peligros para la salud pública”, ya que “puede llevar a los enfermos a no comprar fármacos que evitarían el contagio de su enfermedad”, y recuerdan que “hay otras alternativas de ahorro”. “Madrid tiene una de las presiones fiscales más bajas de España en su tramo autonómico y deja de recaudar, sólo por el impuesto de sucesiones (herencias), unos 2.000 millones de euros. Bonifica en el IRPF cosas tan pintorescas como los uniformes de los colegios (de pago) y dedica 37 millones de euros a concertar colegios ultrarreligiosos”.
Por todo ello, los yayofalutas exigen a Lasquetty “detener la monstruosa malversación de servicios públicos y su privatización, es decir, detener el pago de euro por receta”.









