La guerra entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid firma un nuevo capítulo. Si hace unos días era Ignacio González el que cargaba contra Ana Botella por su gestión de la tragedia del Madrid Arena, ahora ha sido la alcaldesa de la capital la que ha cargado contra el sucesor de Esperanza Aguirre por sus recortes a la Sanidad. Concretamente, la regidora ha acudido al Hospital de la Princesa y ha firmado, junto a su yerno Alejandro Agag, la petición de los trabajadores para que este centro no se convierta en un geriátrico.
Botella acudió en la noche ayer por la noche a Urgencias de La Princesa, hospital ubicado en el centro de Madrid, acompañando a un amigo que tenía un corte. Estando allí se interesó por la situación del centro y de la plantilla, que lleva encerrada desde el pasado 2 de noviembre para protestar contra la decisión del presidente de la Comunidad, que ha anunciado la conversión de este hospital en un centro “superespecializado” en la atención a ancianos.
La visita de Botella se ha producido unas horas antes de que la Junta Técnica asistencial del hospital se reúna con el consejero de Sanidad madrileño, Javier Fernández Lasquetty, para negociar la situación del centro y pedirle que no desmantele la cartera de servicios. “Es una reunión decisiva. Queremos salir con un objetivo concreto y dejar claro que no vamos a ceder. Que el hospital no puede convertirse en lo que ellos dicen”, explican fuentes sanitarias de La Princesa, según recoge El Mundo.
Y a pesar de que trabajadores y pacientes se han unido en la última semana en manifestaciones diarias para evitar que conviertan el hospital en un geriátrico, varios testigos presenciales de la visita de la alcaldesa cuentan a que ella se ha mostrado “sorprendida con la noticia”.
Quizá será porque los hechos ocurridos en el Madrid Arena han centrado toda su atención, pero al decirle algunos trabajadores que estaban recogiendo firmas para evitar el cierre del hospital, Ana Botella ha puesto la suya y ha afirmado que “no sabía que estaba pasando eso” y ha dicho que “cómo era posible que quisiesen cerrar un centro tan bueno”. Por ello, ha prometido a los sanitarios que este lunes hablaría con Lasquetty para darle su opinión al respecto.
Y aunque los trabajadores agradecen el gesto y la buena voluntad mostrado por Botella, muchos de los que llevan cinco días encerrados en el centro consideran que esta actuación puede responder a “un interés político y a un intento de desviar la atención de otros asuntos”.
“¿Cómo es posible que la alcaldesa de Madrid no sepa que el presidente regional, Ignacio González, ha estado hablando estos días sobre el hospital? Si son del mismo partido”, se han preguntado algunos sanitarios, que con ello dejan patente que todos los ciudadanos son conscientes de las divisiones internas que hay en el PP madrileño.
