El ministro de Fomento, José Blanco, adelantó esta mañana, en el primer aniversario del accidente de Spanair que se cobró la vida de 154 personas, que en el mes de septiembre presentará un paquete de medidas para reforzar la seguridad aérea, centrado especialmente en el refuerzo de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) y la Agencia Española de Seguridad (AESA) y en dar más protagonismo al Parlamento.
En una entrevista a la Cadena SER, Blanco explicó que el objetivo es “más eficacia” y “más transparencia”, aunque aclaró que el trabajo de la Comisión está haciendo un “buen trabajo” y recordó que la composición de la CIAIAC es la misma que designó el PP, porque «es gente profesional, independiente y que hace un buen trabajo».
El titular de Fomento también quiso trasladar un mensaje de «comprensión y apoyo» a los familiares de las víctimas del accidente aéreo de Barajas y recalcó la importancia de que después de una catástrofe de esta magnitud se descubra «qué ha fallado y la manera de corregir estas situaciones».
Paralelamente, la Asociación de Afectados del vuelo JK5022 que hace hoy un año que se estrelló en las pistas del aeropuerto madrileño, ha insistido en que el avión “jamás” debería haber despegado y denunció que nadie supiera “apreciar” las numerosas irregularidades en el MD82, que ya había registrado incidentes cuatro días antes. En un rueda de prensa en Barajas, la presidenta de la asociación, Saleta Nistral, reclamó ayuda al Gobierno y exigió a las compañías aéreas que “tomen conciencia” de que no deben presionar a sus pilotos, así como que fomenten que sus trabajadores trasladen de manera anónima las incidencias para prevenir accidentes.
Poco antes de rendir un homenaje a las víctimas en el aeropuerto de Barajas, que también se celebró en el aeródromo de Las Palmas de Gran Canaria, donde debería haber aterrizado el MD-82, las víctimas señalaron que la CIAIAC está para saber por qué el sistema de emergencias de Barajas no funcionó de forma adecuada y para conocer por qué las primeras ambulancias acudieron al lugar de la colisión hasta 40 minutos después, lo que calificaron de “una barbaridad inconcebible”. “Ahora sabemos que 17 personas murieron por causas diferentes a la carbonización como por ahogamiento y que deberían haber tenido la oportunidad de ser asistidas antes”, lamentó Javier Rodríguez, uno de los familiares de los afectados, quién además recordó que en el lugar del accidente nunca se había realizado un simulacro.
