El Sindicato de Estudiantes no sólo lucha por la Educación pública, sino que también ha decidido defender los derechos de las cuatro jóvenes madrileñas fallecidas por la avalancha que se produjo la fiesta de Halloween que se celebró en el Madrid Arena. La organización saldrá a la calle el 8 de noviembre para exigir a Ana Botella que actúe contra los empresarios y políticos que han permitido que ocurra esta tragedia.
En un comunicado de prensa, la organización estudiantil convoca a todos los estudiantes de secundaria y universidad, y al conjunto de la población a una “concentración de solidaridad y protesta el jueves 8 de noviembre a las 18 horas en la Puerta del Sol”, en la que pedirán “justicia” para las fallecidas en el pabellón deportivo municipal y sus familias.
La asociación que lidera Tohil Delgado exige a Ana Botella que castigue a los empresarios responsables de esta tragedia y a los políticos que lo han consentido para que “este crimen no quede impune” y para que algo así no vuelva a ocurrir “nunca más”.
No obstante, la concentración no es la única acción que propone el Sindicato de Estudiantes, que llama también a todos los centros de estudio a que celebren reuniones y asambleas en la que se discuta sobre lo ocurrido.
“Desde el Sindicato de Estudiantes queremos transmitir todo nuestro pesar, consternación y solidaridad a los padres, hermanos, familiares y amigos las jóvenes fallecidas. Somos muy conscientes del tremendo sufrimiento que están pasando en estas horas, y de la injusticia tan cruel que significa la perdida de estas personas tan queridas. Asimismo, queremos trasladar nuestro apoyo incondicional a los jóvenes heridos y a todos los que tuvieron que padecer momentos de angustia terribles”.
La organización indica en su comunicado que el fallecimiento de las cuatro chicas se deba a la “desaprensión, la falta de escrúpulos y la búsqueda del lucro fácil y rápido de unos empresarios que están acostumbrados a tratar a los jóvenes como carne de cañón”.
“En la celebración de la noche de Hallowen, el recinto Madrid Arena, propiedad del Ayuntamiento, se convirtió en una trampa para miles de jóvenes que buscaban pasar unas horas de diversión. Incumpliendo las estimaciones que los propios organizadores habían trasladado al Ayuntamiento (plantearon que asistirían 7.000), cerca de 20.000 jóvenes, según muchos testimonios publicados en la prensa, pagaron por una entrada entre 22 y 25 euros y se les agolpó en un espacio donde no cabían más de 10.000”.
“¡Un negocio redondo!”, critica la organización estudiantil, que critica a renglón seguido que esta tragedia, “que pudo haber sido mucho más brutal, tiene un responsable: el afán de lucro de individuos que obtienen todos los permisos y facilidades del gobierno del PP en Madrid, para hacer negocio a costa de los jóvenes”.
Por ello, los estudiantes cargan contra la “actitud tan tibia con que el Ayuntamiento de Madrid dirigido por Ana Botella, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, o la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se mueven en este asunto”, porque “quieren descargarse de cualquier responsabilidad política”.
“¡Que diferente a las declaraciones incendiarias a las que nos tienen acostumbrados cuando se trata de criminalizar e insultar a los jóvenes que se manifiestan y luchan por sus derechos y su futuro! Estas mismas personas son las que hace pocos días planteaban que los jóvenes de bachillerato, de FP, de enseñanza secundaria, no deberíamos tener derecho a huelga, después de las protestas que hemos protagonizado en defensa de la enseñanza pública. Pero en cambio, no han puesto ningún obstáculo a que miles y miles de jóvenes podamos ser tratados de forma inhumana, estafados por empresarios del ‘ocio nocturno’ y que, a consecuencia de esta actitud, pongamos en riesgo nuestra vida”, sigue el comunicado.
“Estos mismos responsables del PP, que acostumbran a tratar a la juventud de vagos, de indolentes, poco menos que de delincuentes, cuando hacemos botellón, por que los bares y discotecas tienen precios prohibitivos para la inmensa mayoría de nosotros, ahora se muestran sorprendentemente prudentes en sus declaraciones cuando hay tres jóvenes que han perdido la vida en una fiesta organizada por ‘emprendedores’, que aunque contaba con todos los permisos del Ayuntamiento del PP, se celebró a la vista de todos los asistentes en unas condiciones que carecían de las medidas de seguridad elementales en un espacio tan masificado”.
“Ahora hablan de ‘prohibir’ las macrofiestas, pero eso no evitará que el ocio al que nos condenan ellos y su sistema siga siendo igual de embrutecedor, y que nuestros barrios, esos sitios dónde vivimos la mayoría de los jóvenes, sigan careciendo de equipamientos culturales dignos, de cines y salas de conciertos accesibles para todos, de bibliotecas, de polideportivos públicos y gratuitos. Todo eso nos lo seguirán negando, porque la diversión, el ocio y la cultura se han convertido en un fabuloso negocio”, concluye el Sindicato de Estudiantes.










