El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, provocó ayer la indignación de los medios de comunicación congregados en la sede la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) al atender únicamente y en exclusiva a Fernando González Gonzo, el reportero de El Intermedio de Wyoming. Lo hizo el mismo día que se conoció que el suegro y el cuñado del titular de Justicia respaldarían el envío del Ejército a Cataluña “para apaciguar Barcelona”.
“La Nación más antigua del mundo está en riesgo de desintegrarse por los intereses y caprichos de las oligarquías locales, ante la indiferencia o complicidad de los gobiernos de la oligarquía estatal”, advierte el último editorial de la Fundación Francisco Franco, de la que es patrono el ex ministro José Utrera-Molina (suegro de Gallardón) y en cuya junta directiva está integrado su hijo Luis (cuñado del ministro).
El mismo día que El Confidencial se hacía eco de este editorial, Gallardón acudió a la entrega de premios de la Asociación de Comunicadores e Informadores Jurídicos (ACIJUR) en la sede de la APM. Allí se habían congregado muchos periodistas de distintos medios, ávidos de recabar la opinión del ministro sobre varios asuntos de actualidad. Elena Martín Argarate, directora de Comunicación del Ministerio de Justicia, les había alertado que Gallardón no iba a hacer declaraciones. “A ti tampoco”, le aclaró a Gonzo.
Sin embargo, al llegar, el ministro le anuncia al reportero de La Sexta que cuando termine el acto le hará declaraciones. “Soy incapaz de resistir a esta puñetera presión”, le dice Gallardón a Gonzo. Y como “lo prometido es deuda”, el ministro le concedió unos minutos al concluir la entrega de premios.
La primera pregunta se refiere a los desahucios. Gallardón interrumpe su respuesta un momento y pregunta al reportero si le está escuchando ya que “se te va la mirada”. Ambos comparten risas y ‘buen rollo’ mientras el resto de periodistas les rodea con cara de muy pocos amigos. “Esta no es una entrevista de declaraciones”, le señala Gallardón al resto de profesionales y añade que es “una deuda personal que yo tenía con él”.
Pero no les convenció, y al sentirse ‘acosado’, invita al reportero a terminar la entrevista fuera. Los periodistas no lo permitieron, metiendo sus micrófonos entre los dos y haciendo sus propias preguntas. “Quedo en deuda contigo”, le advierte Gallardón a Gonzo antes de meterse en el coche oficial.
