El director de El País, Javier Moreno, dirigió el pasado sábado una carta a la redacción en la que, entre otras cosas, critica “la utilización abusiva de columnas de opinión, al aplicar parciales puntos de vista sobre un conflicto que no afecta a los lectores”. Un día después de la misiva, la censura llegaba a la columna de Santos Juliá.
La web www.ere-elpais.com desvela hoy extractos de la carta de Moreno, contenida en un fichero con nombre ‘redacción3.docx’ lo que, para los impulsores del portal “sugiere que ha necesitado tres borradores para culminar su obra o para que Juan Luis Cebrián le dé su paternal aprobación. Probablemente, las dos cosas”.
En la misiva, Moreno advierte que “como director de El País quiero (…) expresarte mi preocupación por determinadas acciones que algunos periodistas de la plantilla y colaboradores del periódico han llevado a cabo o pretenden hacer en los próximos días”. Y aclara “me refiero a iniciativas que no tienen otra intención que la de socavar la calidad del diario y deteriorar gravemente el valor periodístico de la marca”.
En concreto, el director del diario se refiere al anuncio de que “miembros de la redacción repartirán en la calle este fin de semana a quienes compren el diario una carta de protesta contra el ERE”, lo cual supone en su opinión “un intento más de involucrar a los lectores en un asunto que en nada les afecta”.
“El País no se ha permitido hacer nada semejante en sus páginas, ni tampoco la empresa a través de los numerosos medios con los que cuenta”, se atreve a asegurar Moreno, a pesar de que, tal y como ha informado EL BOLETIN, la dirección ha explicado en repetidas ocasiones su posición ante el ERE en las páginas del rotativo. Es más, lo ha hecho contraviniendo el libro de estilo del periódico, según explican algunos antiguos empleados, al enmascarar la postura de la empresa en varias de las noticias que ha publicado en la sección de Sociedad sobre la movilización de los trabajadores contra los despidos.
Moreno también señala que “cuantas actitudes perjudiquen al diario en el ámbito profesional y no se limiten a los perfiles laborales del conflicto no sólo no lograrán mejorar las vías de solución del mismo, sino que pueden comprometer la independencia del proyecto y hasta su continuidad”.
Y recurre a la sensibilidad de sus periodistas con la frase final: “Espero que entiendas esta carta como una genuina expresión de la confianza por mí depositada en todos y cada uno de los redactores de EL PAÍS y en su compromiso con lo que el periódico ha significado desde su fundación”.
Censura
Hoy los impulsores de la web contra el ERE denuncian que la censura ha llegado de nuevo al periódico. En este caso, el damnificado ha sido Santos Juliá y su columna ‘Desigualdad como antesala de la ruina’ publicado ayer en la página 13 del suplemento Domingo. Según dicen, “el texto original incluía hacia la mitad del primer párrafo una mención a una de las grandes firmas del diario, que ha anunciado que prefiere abandonarlo”. “Las cuatro últimas palabras han desaparecido de las páginas del periódico”, explican.
Y es que, según este portal, mencionar ahora a Enric González es “intolerable”. Pero no sólo se habría eliminado la referencia al periodista sino que, en el tercer párrafo, cuando Juliá escribe “(…) es obligado acabar con la enorme desigualdad de las retribuciones –de la que este diario tampoco se libra-“ se elimina la frase acotada por guiones.






