El expresidente de Bankia y actual responsable de Caja Madrid ha compartido café y cruasanes con lo más granado del PP en el desayuno informativo que han protagonizado Mariano Rajoy y Alicia Sánchez Camacho. El ministro de Economía, Luis de Guindos, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la responsable de la CNMV, Elvira Rodríguez, han sido algunos de los compañeros de mesa de Rodrigo Rato en este acto en el Hotel Ritz.
Rodrigo Rato vuelve a ser noticia, y no por Bankia. El ex máximo responsable de esta entidad financiera y presidente de Caja Madrid ha reaparecido en público esta mañana tras varias semanas ‘desaparecido’. Y lo ha hecho, nada menos que con los máximos responsables del Gobierno y del PP.
El que fuera director gerente del FMI ha asistido al desayuno informativo de Rajoy en el madrileño Hotel Ritz para ‘vender’ en la capital la candidatura de la líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho. Una presencia que ha despertado una gran expectación entre los allí reunidos que se tenían que frotar los ojos para confirmar que era verdad lo que estaban presenciando.
Y es que, Rato, lejos de mantenerse en un segundo plano, se ha sentado en la mesa presidencial junto a los ‘pesos pesados’ del Gobierno y del PP. La vicepresidenta y portavoz del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, los ministros de Economía y Empleo, Luis de Guindos y Fátima Báñez, respectivamente, o la presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, han sido algunos de sus compañeros de mesa y con los que ha escuchado atentamente las palabras de Rajoy.
Además de estos, el responsable de Caja Madrid ha intercambiado confidencias con el jefe de Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas, leal escudero de Rajoy en sus reuniones con mandatarios internacionales como las mantenidas con Merkel u Obama. Si a la izquierda tenía al mencionado Moragas, a su derecha no le faltaba la buena compañía, ya que tenía a Celia Villalobos.
La asistencia de Rato a este desayuno se produce cuando quedan poco más de dos semanas para que el próximo día 16 el Consejo de Ministros apruebe la creación del ‘banco malo’.