Bildu también quiere suprimir el castellano en las escuelas

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Bildu también quiere suprimir el castellano en las escuelas

Bildu va desvelando poco a poco su programa de cara a las elecciones autonómicas del 21 de octubre. Tras tomar la iniciativa en la Diputación de Guipúzcoa y suprimir el castellano de las ruedas de prensa, la coalición independentista ha anunciado que si gana los comicios promoverá una escuela “esuskaldun, inclusiva y laica” en el País Vasco.

El objetivo de Bildu es que en todas las instituciones prime el vasco. Por ello, en su programa electoral para la Educación ha incluido un punto en el que aseguran que si ganan los comicios apostarán por favorecer los derechos de los vascoparlantes y por eliminar cualquier vestigio religioso de la enseñanza.

La coalición independentista ya anunció hace un par de semanas que eliminará todas las subvenciones a las religiones y que cualquier enseñanza sobre “doctrina” en las escuelas públicas y privadas, una idea que volvieron a transmitir ayer en rueda de prensa en San Sebastián Xavier Isasi, cabeza de lista de la formación por Guipúzcoa, y Marian Bilbatua, profesora de la Universidad de Mondragón y aspirante a consejera de Educación si Bildu llega al poder.

Tanto Isasi como Bilbatua abogaron por promover un sistema de enseñanza que responda “a las necesidades de Euskal Herria”, siempre dentro de “un marco propio de decisión”. Es decir, parece que tienen intención de oponerse a la reforma educativa promovida por el ministro José Ignacio Wert para aumentar el porcentaje de contenidos que el Gobierno impondrá a las autonomías.

En este sentido, ambos dirigentes aprovecharon su intervención para atacar la reforma educativa que propugna el Gobierno de Mariano Rajoy. En opinión de Bildu, son medidas “de carácter ideológico” que ponen en evidencia la voluntad del Ejecutivo de “poner en marcha un sistema centralizado que ignora la realidad de Euskal Herria y atenta a los derechos de todas las personas a recibir una enseñanza de calidad”. La reforma, sostuvieron ambos, “refuerza las desigualdades económicas” y fomenta “los intereses individuales” sin atender a “la equidad”.

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