La intervención de Alberto Ruiz-Gallardón en la sesión de control al Gobierno ha desatado la polémica. Las palabras del ministro, que ha acusado al PSOE de cambiar de postura respecto a Sortu, han despertado un enorme revuelo en la bancada socialista. Varios diputados de este grupo han cargado duramente contra el exalcalde de Madrid, ya ausente del pleno, tras el turno de preguntas.
“Política barata”. Así ha calificado Gallardón el cambio de postura del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, sobre Sortu. Aprovechando la pregunta de la diputada socialista María González Veracruz, que ha exigido al ministro que retirase el recurso presentado por el PP ante el Constitucional en 2005 contra el matrimonio gay porque esa medida es un “ataque” a la comunidad homosexual, el titular de Justicia ha acusado al líder del PSOE de ser incoherente en lo que a este partido vasco se refiere.
“¿Cómo puede calificar de ataque un recurso al Constitucional? ¿Por qué no mira una fila más abajo (donde se sienta el líder del PSOE) y aplica la doctrina Rubalcaba, consistente en que cuando se es ministro de Interior se solicita que se recurra la legalización de Sortu y cuando luego dice el Constitucional que es legal criticar al ministro de Justicia porque discrepa de la sentencia?”, ha interpelado Gallardón.
Unas palabras que han despertado un gran revuelo en la bancada socialista y que han provocado un rifirrafe tras el turno de preguntas de la sesión de control. Con el ministro de Justicia ya ausente del hemiciclo, algo que ha criticado el PSOE sobre todo después de las palabras vertidas contra Rubalcaba, los diputados del principal partido de la oposición han pedido la palabra al presidente del Congreso, Jesús Posada, para expresar su malestar ante las acusaciones de Gallardón.
El primero en tomar la palabra ha sido el líder del PSOE, quien ha reprobado la actitud del titular de Justicia indicando que es “desafortunadísimo que, para defender su posición en materia de matrimonio de parejas del mismo sexo, el ministro aluda a algo tan serio como la política antiterrorista, en la que estamos apoyando firmemente al Gobierno”.
Es más, el enfado de Rubalcaba era tal que ha indicado que la política antiterrorista lógicamente se adecúa a la situación de ETA, que ha cambiado “radicalmente”. “De Bildu a Sortu ha pasado algo absolutamente relevante, que ETA ha dejado la violencia. Fíjese si es relevante que de lo que discutimos estos días en España es de cuantos escoltas quitamos a jueces, fiscales y políticos”, terminaba el socialista.
Una intervención a la que ha respondido el portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso, ante la ausencia del aludido. No obstante, lejos de calmar los ánimos, el popular ha ahondado un poco más en la polémica al asegurar que “es muy difícil” hacer referencias al PSOE sin hablar de “incoherencia”.
La bancada socialista se encendía por momentos, algo que despertaba cada vez más la atención de los periodistas, que se apelotonaban frente a los televisores instalados en los pasillos del Congreso para no perder detalle de lo que ocurría. Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista, ha acusado entonces al Gobierno de estar ausente del hemiciclo ante unas palabras como las de Gallardón, tras lo que el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, todavía presente en el hemiciclo, se ha levantado para protestar.
El titular de Interior ha aprovechado el turno de palabra para defender a Gallardón, del que asegura “ha sido coherente” al relatar únicamente lo ocurrido con la postura del PSOE sobre Sortu.
Aunque la gresca no ha acabado ahí. Rubalcaba ha abandonado entonces el hemiciclo sin hacer declaraciones, seguido de los portavoces del PP y el PSOE en el Congreso, Alfonso Alonso y Soraya Rodríguez Respectivamente, que hablaban sobre lo ocurrido. Una conversación que en principio parecía amistosa, pero que ha mostrado la tensión que ha generado este tema cuando la socialista ha puesto el semblante serio y ha hecho gestos de advertencia a Alonso frente a los periodistas.
Al ver el interés que estaban despertando ante la prensa, ambos han decidido abandonar los pasillos del Congreso para tratar el tema en privado.










