Arturo Fernández parece querer quedarse al margen de las dificultades por las que atraviesan empresas centenarias de Madrid como los kioscos del Retiro o el Café Gijón. El presidente de la patronal madrileña ha evitado pronunciarse sobre la decisión del Ayuntamiento de entregar la gestión de estos establecimientos a grandes empresas.
Aunque Arturo Fernández es el máximo responsable de Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), ha decidido no implicarse en los problemas que afectan a los kioscos del Retiro y la terraza del Café Gijón, cuya gestión pasará a manos de grandes empresas tras sacarlos el Ayuntamiento dirigido por Ana Botella a concurso.
El presidente de los empresarios madrileños ha decidido quedarse en un segundo plano en este asunto y se ha negado a responder a las preguntas remitidas por este diario sobre la situación de estos históricos establecimientos. Tampoco ha querido pronunciarse sobre si la tendencia que parece haberse iniciado con los kioscos del Retiro y la terraza del Café Gijón podría repetirse en otros establecimientos de la capital.
La postura actual de Fernández contrasta con la mostrada en febrero respecto a los bares-miradores del parque madrileño. En aquella ocasión el presidente de CEIM aseguró a EL BOLETÍN que no tenía intención de acudir con su empresa, Grupo Arturo, al concurso abierto por el Ayuntamiento para fijar las nuevas concesiones de los kioscos.
Es más, indicó que como presidente de los empresarios de la capital iba a “defender” a los actuales propietarios de estos “negocios familiares”. Unas palabras que Fernández parece haber olvidado, ya que ha decidido convertirse en un mero ‘secundario’ en este asunto y no opinar sobre la decisión del Ayuntamiento de entregar al mejor postor los establecimientos más emblemáticos de la capital.
