El Ayuntamiento de Alcalá de Henares se ha convertido en un problema para la Iglesia católica por lo que la Díocésis pide a los feligreses que combatan a quienes persiguen a su obispo, el polémico Juan Antonio Reig Plà ,y a los que quieren cobrar el IBI de todos los edificios que no se destinen al culto. Sus armas: la oración.
La ‘persecución’ del obispo de la que se queja la Diócesis son las mociones que ha presentado el Ayuntamiento contra Monseñor Reig Plá a raíz de su controvertida homilía del el pasado Viernes Santo en la que vinculaba la homosexualidad con la prostitución y la corrupción.
Sus declaraciones desataron una tormenta en las redes sociales y provocaron que la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales y la coordinadora en Madrid de este movimiento denunciara ante la Fiscalía de Madrid al obispo por provocación a la discriminación y al odio.
Hartos de que el municipio de Alcalá sea noticia por las desafortunadas declaraciones del prelado, el pleno del Ayuntamiento aprobó una moción contra el obispo en la que veta su presencia en los actos oficiales del Consistorio, al considerar que sus opiniones sobre la homosexualidad perjudican a la imagen de la ciudad, y fue incluso más allá, ya que se pidió al cardenal Antonio María Rouco Varela el el traslado de Reig Plà a otra diócesis.
Por si esto fuera poco, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha abierto otro frente contra la jerarquía eclesial, aún más doloroso: el económico. Y es que se ha convertido en el primero de la Comunidad de Madrid en reclamar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a la Iglesia Católica.
La decisión fue adoptada en el Pleno celebrado el pasado martes con los apoyos del PSOE, Izquierda Unida-Los Verdes, Unión Progreso y Democracia (UPyD) y el Partido Popular. Y para llevarse a cabo, el Consistorio, en manos del popular Bartolomé González, deberá modificar la normativa municipal para permitir el cobro del IBI a las confesiones religiosas, que podrían acudir a los tribunales para evitar abonar la tasa. Tras Alcalá, otros ayuntamientos como el de San Sebastián de Los Reyes planean seguir sus pasos.
