José María Ruiz-Mateos sólo hay uno. Tras los problemas que ha creado su gestión en Nueva Rumasa a numerosos inversores y proveedores, por la que tendrá que responder en diversos procesos judiciales, el empresario jerezano se atreve ahora a aconsejar a España que se rebele contra los dictados de la UE para salir de la crisis.
Como si de un experto se tratase, Ruiz-Mateos ha asegurado que España es capaz de dirigir su propio destino al margen de la Unión Europea. “De esta crisis solo puede salirse pensando en el beneficio sin asumir el papel de chivo expiatorio que se pretende imponer y que España puede permitirse el lujo de ignorar”, indica el empresario en un comunicado recogido por Europa Press.
El fundador de Nueva Rumasa, que aboga también por tomar las propias riendas en “rebeldía práctica” contra la imposición que, si bien podría facilitar no seguir el camino de Grecia, puede suponer la continuidad de una obediencia que debilitará el verdadero potencial económico que España es capaz de generar por sí misma.
Aunque Ruiz-Mateos no se queda ahí, y en la misiva remitida a los medios aprovecha también para cargar contra la Unión Europea. “Hoy se advierte con alarmismo el equívoco de supeditar nuestras posibilidades a las exigencias de un mercado común que ni entonces ni ahora nos ha facilitado los instrumentos legítimos, afines a nuestro potencial económico con derecho a la equidad de oportunidades”, ha señalado el empresario jerezano.
Ruiz-Mateos cree que España se encuentra inmersa en una “menguada dimensión de supervivencia”, desempeñando una función “sumisa” ante los países más fuertes de la Unión Europea, al tiempo que se “asfixia” con medidas “perentorias y ciertamente desesperadas con visos de agravarse a corto y medio plazo”.
“La cuestión es saber cuánto podemos aguantar en esta situación límite. La asfixia es absolutamente abrumadora y se percibe en los datos macroeconómicos que marcan la realidad de un país en permanencia de crisis y con el sometimiento a las disciplinarias directrices de Europa”, ha subrayado.
Para acabar, Ruiz-Mateos asegura que el riesgo de seguir las pautas a la “desesperada” de las severas instrucciones para el salvamento español dictadas por la UE es que la incertidumbre acabe por crear peores perspectivas al intentar cumplir los requisitos para evitar un “hundimiento”. España podría terminar por satisfacer intereses ajenos al precio de los suyos y “para mucho tiempo”, concluye.
