El consejero de Interior de Cataluña, Felip Puig, se ha mostrado en contra de prohibir las concentraciones o acampadas que el movimiento del 15M tiene previsto a partir del 12 de mayo con motivo de su primer aniversario. Esta actitud choca con la negativa del Gobierno a permitir estos actos.
En una entrevista en TV3, el responsable de Interior catalán ha asegurado que la Generalitat será muy respetuosa con las manifestaciones que los indignados preparan para las próximas semanas. Por ello, ha desvelado que los Mossos d’Esquadra no actuarán de oficio contra quienes se concentren o acampen en espacios públicos con motivo del primer aniversario de este movimiento ciudadano. Una respuesta que ha dejado en manos de los ayuntamientos.
“Yo actuaré cuando los alcaldes nos pidan el apoyo de los Mossos si es que hay algún riesgo para el orden público”, ha señalado Puig, ya que ha remarcado que «la presencia cívica y pacífica» en espacios públicos no es perseguible.
Estas declaraciones, además de ser todo un guiño a los indignados en una semana clave con la Cumbre del BCE en Barcelona, chocan de frente con la posición del Gobierno central. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha opuesto a estas manifestaciones hasta el punto de que no permitirá la acampada en la madrileña Puerta del Sol,
