Los máximos responsables de la Generalitat valenciana liderados por el vicepresidente primero y portavoz, Vicente Rambla, se han unido para negar la necesidad de que su líder, Francisco Camps, tenga que presentar su dimisión tras la renuncia de Luis Bárcenas. “Nada tiene que ver la situación de Camps con la de Bárcenas, Camps y (Ricardo) Costa gozan del respaldo del PP, de la Comunidad valenciana y de los ciudadanos de la región como reiteradamente han demostrado” ha asegurado Rambla.
Junto a Gerardo Camps y a Juan Cotino, los tres máximos responsables del Ejecutivo se han visto obligados a capear con la multitud de preguntas sobre el ‘caso Gürtel’ y la figura de Camps que le hacían los periodistas. Una y otra vez se han refugiado los populares en el apoyo ciudadano para eludir cualquier decisión. Incluso han negado que este asunto lo hayan tratado en el pleno extraordinario del Consell que han mantenido. “A la gente le interesa más el paro que el Gürtel” ha asegurado Cotino.
Y es que la imputación del líder popular por su presunta relación con una trama empresarial es un asunto que Rambla “interesa más a ciertos medios que a los ciudadanos”. Tal es así que el vicepresidente primero ha anunciado que tomará medidas contra las informaciones “falsas y malintencionadas” que aseguran que él concedió la mayoría de los contratos a la empresa de Álvaro Pérez, ‘El Bigotes’, Orange Market.
Estas informaciones señalan que, al ocuparse Rambla de todos los asuntos de la comunicación del Ejecutivo valenciano, tiene que tener, presuntamente, constancia de los contratos. Entre las adjudicaciones que ganó Orange Market destaca la elaboración, cada año, de la Guía de Comunicación de la Generalitat, según ha recalcado Elconfidencial.com
Mientras que los populares lanzan balones fuera sobre estas adjudicaciones, el Tribunal de Madrid, según el diario valenciano El Levante, investiga dichos contratos por parte del Gobierno de Camps con Orange Market aceptando así las reivindicaciones de los socialistas de la región del levante para que las presuntas irregularidades en los actos de la Fórmula Uno y de la visita del Papa quedarán sin investigar.
