El presidente del Gobierno ha seguido a pies juntillas los consejos de los analistas para cuadrar las cuentas del Estado y ha anunciado un recorte de un 10% de media para los ministerios en los presupuestos que presentará el 30 de marzo. Si mantiene esta ‘obediencia’ a las recomendaciones de los expertos, los próximos tijeretazos que se anunciarán le tocarán a Sanidad, en la parte autonómica, y Defensa.
Mariano Rajoy no desaprovecha las recomendaciones que en materia económica le hacen. Así, el pasado viernes, varios analistas, en declaraciones a EL BOLETIN, aconsejaban al presidente del Gobierno reducir los gastos en los ministerios de Defensa y de Sanidad para hacer más fácil la reducción del déficit hasta el 5,8%.
Dicho y hecho, hoy mismo el jefe del Ejecutivo ha indicado que los ministerios reducirán una media de un 10% sus presupuestos y ha insistido en que “no se ha pactado con Bruselas el objetivo de déficit”.
Tras reunirse con Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en La Moncloa, Mariano Rajoy ha asegurado que considera “imprescindible volver al cumplimiento del déficit público”, un compromiso que ya adoptaron el pasado 30 de diciembre cuando el Gobierno hizo “una primera reducción del 1,5%”.
Rajoy ha insistido además en que España no ha pactado con Bruselas el objetivo de déficit para este año, situado en el 5,8% del PIB, que ha calificado de “lógico, razonable y sensato”.
“No tengo por qué pactar, pero espero que se interprete bien, hago lo que me parece lógico y razonable y luego en abril seremos evaluados”, ha apostillado el presidente, que ha recordado que España está cumpliendo “escrupulosamente” con el compromiso que adquirió con Bruselas de reducir el déficit estructural para lograr la estabilidad presupuestaria.
De esta forma, Mariano Rajoy mantiene la incertidumbre sobre unos Presupuestos que no tiene intención de presentar hasta el 30 marzo, después de que se celebran las elecciones autonómicas en Andalucía y Asturias. Todo ello a pesar de presiones de Bruselas para que detalle sus planes para las cuentas estatales cuanto antes.
