A pesar de que muchos daban por sentado que Lucía Figar iba a ser la nueva secretaria de Estado de Educación, el puesto ha recaído finalmente sobre Montserrat Gomendio Kindelán, que hasta ahora ocupaba la vicepresidencia de Organización y Relaciones Institucionales en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La nueva secretaria de Educación, Formación Profesional y Universidades es licenciada en Biología por la Universidad Complutense de Madrid y doctora por la universidad de Cambridge. Además fue directora del Museo Nacional de Ciencias Naturales ente 1997 y 2002, y desde entonces trabajada en el CSIC, es miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y ha publicado más de cien artículos en revistas científicas, según Efe.
Horas antes de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, desvelase los nuevos nombramientos del Ejecutivo de Mariano Rajoy tras la reunión del Consejo de Ministros, en algunos círculos de la enseñanza de Madrid se especulaba con que Lucía Figar podría ser nombrada secretaria de Estado de Educación. Sobre todo porque la presidenta de la región, Esperanza Aguirre, había confirmado esta semana que esperaba la marcha de otros altos cargos de su Gobierno hacia La Moncloa.
Un hecho que no sorprendía demasiado, ya que la propia Figar, con la que los profesores madrileños estaban en pie de guerra desde septiembre debido a los recortes implantados en la enseñanza pública, había estado desaparecida con motivo, según decían desde el Gobierno regional, del final de su embarazo.
Precisamente, la consejera no fue la encargada de convocar a los sindicatos a la Mesa Sectorial de la educación que se celebró ayer, el primer encuentro tras cuatro meses de conflicto, una reunión a la que tampoco acudió por estar de baja por maternidad tras dar a luz hace sólo unas semanas.
Algo que, por otro lado, no hubiese sido un impedimento para Rajoy, quien puso a Soraya Sáenz de Santamaría como número dos de las listas del PP en las pasadas elecciones generales, y a la que ha confiado la vicepresidencia y portavocía del Gobierno poco después de que diese a luz, unos cargos que desempeña con total normalidad.
Este rumor fue además alentado por la propia Esperanza Aguirre, quien esta misma semana confirmó que esperaba la marcha de otros altos cargos de su Ejecutivo rumbo a La Moncloa. La presidenta de la Comunidad de Madrid indicó que no celebraría el jueves, como estaba previsto, una reunión para remodelar su Gobierno porque prefería esperar a conocer la decisión de Rajoy sobre sus últimos nombramientos.
