La administración concursal de Grupo Dhul, sociedad perteneciente al conglomerado Nueva Rumasa, lleva la venta de la firma de postres como si fuese un ‘secreto de estado’. El plazo para presentar ofertas de compra finalizó el 26 de noviembre, aunque todavía se desconoce la identidad de los interesados en hacerse con el “conjunto de activos y de pasivos asociados” que forman la unidad productiva.
Según ha indicado a EL BOLETÍN Pedro Javier Redondo, secretario de organización de CCOO en Granada, la identidad de los posibles compradores es “el secreto mejor guardado”, ya que los administradores no han querido desvelar ni el número de propuestas recibidas ni si son industriales o firmas de capital riesgo.
Aunque los trabajadores de Dhul lo tienen claro: prefieren una firma industrial antes que un fondo de inversión cuyo único objetivo sea el de liquidar la empresa. “Esos pájaros, cuanto más lejos, mejor”, ha asegurado Redondo. Y sobre todo, prefieren, antes que una oferta cuantiosa, “una compañía seria y comprometida con el mantenimiento del empleo”.
Lo que sí que es seguro es que todos los interesados han realizado el ingreso correspondiente de 12.000 euros más IVA que exigía el juez concursal para poder tomar parte en este proceso, abierto el pasado 3 de noviembre. Tras ello, toca esperar a que el magistrado confirme cuáles son las ofertas más favorables para Dhul y abra de nuevo el plazo para que los posibles compradores puedan mejorar sus pujas.
Mientras tanto, los trabajadores, según el representante de CCOO, viven con “esperanza” este nuevo proceso, que les lleva hacia un nuevo “horizonte de futuro” tras las dificultades por las que han pasado debido a la mala gestión que hicieron los Ruiz-Mateos en la firma de postres. Según Redondo, “la producción ha mejorado” y están recobrando “poco a poco el nivel salarial”, aunque todavía quedan nóminas pendientes.
