Los problemas deficitarios de las autonomías, que centran el debate político, podrían tener una solución. Los mandatarios ya piensan en los recortes de plantilla de las televisiones públicas de las CCAA como un método para reducir el déficit, y Canal 9 se perfila como una de las primeras en las que se aplicará esta medida.
Tal y como recordó ayer el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el canal valenciano que tiene una plantilla de 1.800 trabajadores, muy superior a la de Tele 5 y Antena 3 juntas, arrastra un pasivo de 1.287 millones de euros, cuando congelar las pensiones un año cuesta 1.500, y un presupuesto de 184 millones. Su audiencia media de 2010 fue del 6%, lo que ha hecho a muchos plantearse la viabilidad de estas cifras.
No obstante, la privatización podría ser otra solución a los problemas deficitarios. En Castilla-La Mancha, una de las autonomías con mayores problemas presupuestarios según los populares, Marcial Marín, compañero de Camps en esta comunidad, planteó la privatización del canal autonómico, CMT, tras señalar que la comunidad se encontraba en “quiebra total”. Sin embargo, el presupuesto de CMT alcanza los 42 millones anuales y cuenta con 380 empleados.
Lo que sí parece claro entre la clase política es que el agujero de las cadenas autonómicas no se puede mantener. Según un informe de la consultora Deloitte, recogido por El País, estas cadenas costaron a las comunidades en 2009 unos 813 millones de euros en subvenciones. A su vez, ingresaron 233 millones por publicidad y registraron unas pérdidas de 772 millones.
Además, sus presupuestos no hacen más que crecer, lo que ha llevado a los dirigentes políticos en plantear diversas soluciones en medio de la crisis económica que azota a la economía española, aunque está por ver si finalmente se realizan estos recortes en las plantillas de las cadenas autonómicas.
