“La más rotunda desautorización política”. Así es como ha calificado la cúpula de IU la decisión de sus tres diputados en Extremadura de llevar hasta el final su órdago y facilitar con su abstención la investidura de Monago. Esta decisión deja a estos parlamentarios al límite de la expulsión y tensa la relación entre la federación extremeña y Madrid hasta tal punto de que la directiva de IU asegura que “no se responsabiliza de las consecuencias políticas que se deriven” en esta región “de la decisión tomada”.
El malestar por esta actitud de la cúpula de la coalición es evidente y así se muestra en este comunicado en el que se recuerda que en los Consejos Políticos Federales se acordó que “IU no debe permitir, ni ahora ni en el futuro, que con sus votos, por acción u omisión, gobierne el PP”. Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario en las Cortes extremeñas, Pedro Escobar, ha considerado “normal” el expediente.
Esta polémica se ha producido después de que el popular José Antonio Monago se haya convertido en el primer presidente del PP es esta región después de lograr el apoyo por mayoría simple en la votación celebrada esta misma mañana. Monago sustituye así al socialista Guillermo Fernández Vara al frente de una región que hasta ahora era un feudo del PSOE.