José Ignacio Wert ha asegurado que la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que hoy ha aprobado el Consejo de Ministros, permitirá al Estado ahorrarse alrededor de 5.000 euros al año por alumno repetidor. El titular de Educación ha indicado que “en la fase obligatoria hay medio millón de repetidores”, algo que “tiene una incidencia económica inmensa”, concretamente de “2.500 millones de euros”.
Esta cifra es un 28,6% superior al presupuesto destinado este año al Ministerio de Educación, que según Wert gasta cada mes (teniendo en cuenta que un curso escolar es de 9 meses) 550 euros por cada alumno que repite. Un problema que según el ministro soluciona ahora la LOMCE, al instaurar las medidas necesarias para frenar el “fracaso y abandono escolar y el paro juvenil”.
Según Wert, la LOMCE pretende “mejorar la eficiencia del sistema educativo” porque actualmente “el 40% de los chicos y chicas de 15 años han repetido al menos un curso, y eso tiene una incidencia económica inmensa”. Tal es así, ha dicho el ministro en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, que “en la fase obligatoria hay medio millón de repetidores que cuestan 2.500 millones de euros”.
Y la reforma tiene como objetivo “disminuir la tasa repetición” y “aumentar la tasa de idoneidad” de los estudiantes, sobre todo porque el “25% no logran titulación en ESO año a año”.
Para ello se harán “evaluaciones externas al final de cada etapa”. Se trata de “conseguir que los aprendizajes sean objeto de señalización”, ha indicado y justificado el ministro, que ha insistido en que estos exámenes “no son reválidas”.
“No son pruebas de conocimientos, sino pruebas para señalizar la adquisición de competencias por parte de los estudiantes”, ha señalado Wert, que ha recordado que el objetivo de las reválidas “era ajustar demanda a las posibilidades de oferta”. “Las evaluaciones no son obstáculos, sino caminos de señalización y vías para percibir quiénes tienen que mejorar”, ha aseverado.
Asimismo, Wert ha anunciado “un cambio en la filosofía de la distribución de competencias entre Estado y comunidades autónomas en materia educativa” con la división de las asignaturas en “troncales, específicas, y de libre configuración autonómica”. Se trata, ha dicho el ministro, de crear un “núcleo básico homogéneo de aspectos muy básicos” para garantizar que “todo lo que va a servir para el desarrollo académico de cada estudiante esté garantizado con estándares mínimos”.
