La policía española ha informado que un grupo de manisfestantes de origen marroquí se ha situado en la frontera melillense impidiendo el acceso de los camiones a la ciudad autónoma aunque el paso fronterizo sigue tranquilo. Este hecho podría poner en peligro tanto la comercialización de productos en Marruecos como la llegada a Melilla de pescado fresco,frutas y hortalizas y materiales de construcción.
Las acciones de protesta continúan a pesar de la conversación mantenida por el Rey Don Juan Carlos con el monarca marroquí, Mohamed VI, con el fin de calmar la situación ante los recientes incidentes en la frontera melillense y las acusaciones de racismo lanzadas contra el Cuerpo de Seguridad español.
Por su parte, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, ha declarado que el gobierno marroquí tiene interés “magnificar” los altercados ocurridos las fronteras de la ciudad autónoma ya que este asunto no es un “problema entre estados”
El origen de esta tensión, según Imbroda, está en que un grupo de 20 ciudadanos marroquíes provocan a policías y guardias civiles españoles sin que las autoridades de Marruecos intenten evitarlo y ha lamentado la “falta de contundencia” de la respuesta del gobierno de nuestro país.
El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, ha pedido hoy a Imbroda en rueda de prensa “prudencia” porque las relaciones entre España y Marruecos son importantes “ por una serie de temas que son comunes a ambos países, llaménse pesca,agricultura, movimientos migratorios o relaciones económicas y comerciales”.
Chaves asegura que “el Gobierno sabe lo que tiene que hacer en Marruecos” y tomará las medidas que considere oportunas. Además manifestó que la representante popular del gobierno ceutí, Yolanda Bel, confía en que el ejecutivo solucione la situación con Rabat tras las acusaciones de racismo del país vecino contra las autoridades españolas en la frontera.
