El Gobierno puede estar más tranquilo después de que el presidente de CiU, Artur Mas, haya adelantado que su grupo facilitará la convalidación del decreto sobre la reforma laboral el martes en el Congreso. Eso sí, la federación ha advertido que a cambio tendrán que incorporarse algunas de sus propuestas durante la tramitación del documento como proyecto de ley.
A pesar de que, ya sea con la abstención o con el voto a favor de CiU, la convalidación está asegurada, el Gobierno quiere lograr el mayor consenso y por ello sigue negociando con los grupos parlamentarios. Lo tiene muy difícil. El secretario general de ERC, Joan Ridao, ya ha adelantado que hoy “está mucho más lejos de dar apoyo a la reforma que ayer mismo” porque hay muchos cambios introducidos en el Real Decreto que no le gustan nada.
Más contundente se mostraron los portavoces de IU e ICV. Gaspar Llamazares y Joan Herrera confirmaron que votarán en contra del decreto porque creen que el texto definitivo empeora la situación y permite a la patronal un “despido a la carta”. El PP la considera una oportunidad perdida, aunque no ha aclarado si se abstendrá en la votación o si se posicionará en contra. Por su parte, el PNV no ha querido desvelar su posición, que confirmará el próximo lunes.
Mientras, la reforma sigue levantando críticas entre los sindicatos. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha reclamado un cambio de Gobierno ante la falta de “dirección política, económica y laboral” en que se encuentra el país tras la aprobación de la reforma laboral.
“No sé si elecciones anticipadas o no”, añadió, pero “el país tiene que tomar conciencia de que en estos momentos tenemos un grave problema: las políticas del Gobierno”, zanjó. En declaraciones a Punto Radio, Toxo indicó que la reforma laboral que ayer aprobó por medio de un Real Decreto el Ejecutivo no ofrece la posibilidad de crear empleo.
También acusó al Gobierno de haber practicado el absentismo “de forma descarada” durante las negociaciones del documento en la Mesa del Diálogo Social para en el último momento irrumpir “como un elefante en una cacharrería”. Las declaraciones del sindicato muestran la ruptura total con el Ejecutivo.
Quien también se pronunció sobre la reforma labora ha sido el ex ministro de Economía Pedro Solbes, quien puso en duda que el documento sea suficiente. La reforma “mejora la situación actual pero no cambia conceptualmente las cosas”, advirtió.
