Madrid, Galicia, Extremadura y Cataluña han logrado que el Tribunal Constitucional admita hoy a trámite los recursos de inconstitucionalidad que estas cuatro autonomías presentaron contra la normativa del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El motivo para la presentación de este recurso es la consideración de esta regiones de que esta norma invade sus competencias.
Desde que el pasado mes de agosto el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, y su homólogo en la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, mostraran sus discrepancias en torno al fondo de reestructuración bancaria, los problemas del Gobierno en torno a esta normativa no han cesado.
A las mencionadas regiones se unieron otras dos, Madrid y Extremadura, y se formó un bloque que acudió a los tribunales en contra de la pérdida de poder sobre las entidades de su autonomía que implica el FROB.
Esta unión se fraguó el pasado 26 de marzo cuando se hizo oficial la iniciativa en el Constitucional. Ni Montilla, ni Feijóo, ni Esperanza Aguirre, ni José Alejandro Vara están dispuestos a aceptar la eliminación del veto autonómico en los procesos de fusión de ‘sus’ entidades.
Poder de decisión que se hace más importante según pasan los días. No hay más que recordar las palabras del ex director general del FMI y presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, en las que auguraba una reestructuración del mapa financiero en el que se ‘salvarán’ de la quema 20 de las 45 cajas que existen.
La admisión a trámite del Constitucional del FROB provoca una víctima muy reseñable: el Gobierno. El fondo de reestructuración bancario ha sido una de las propuestas económicas estrella de José Luis Rodríguez Zapatero. Frente a las continuas críticas del PP en torno a la situación financiera, el PSOE enarbolaba con orgullo la bandera del FROB. Un símbolo que ha sufrido ahora un duro golpe.
Pero todo puede ir a peor. La decisión judicial significa que queda en suspenso este fondo y ninguna entidad puede acudir a él para sanear sus cuentas en su fusión o unión con otra caja o banco. Parálisis que si ya es importante tal y como está la situación económica, se hace primordial si nos acordamos del plazo que puso la UE: junio. Hasta esta fecha, la entidad que pida ayudas económicas las tendrá automáticamente, después de junio, se mirará petición por petición.
Si todo sigue su curso y las dos autonomías del PSOE y las dos del PP persisten en su recurso puede acabarse el plazo dado por Europa con el FROB paralizado, aplazando aún más la reforma de la ley de Cajas que el Gobierno no modifica hasta el fin de este fondo.
Con esta situación y más allá de los procesos de fusión conocidos, es casi imposible que cualquier caja anuncie su unión con otra. La ‘novia’ que muchos quisieran tener es Caja Madrid, entidad que ha presentado hoy los resultados del primer trimestre, los primeros también de Rato como presidente. Este anuncio se ha producido, como era ya habitual con Miguel Blesa, sin previo aviso ni convocatoria a los medios de comunicación.
Caja Madrid cerró el primer trimestre del año con un beneficio de 72,97 millones de euros, lo que supone un descenso del 79,6% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior en el que ganó 357,43 millones. En torno a las provisiones, se ha cerrado estos tres primeros meses con 3.435 millones. La tasa de morosidad, por su parte, es del 5,43%, el mismo ratio al cierre de 2009, y por debajo del 5,57% del primer trimestre del año pasado y la tasa de cobertura se situó en el 44,8%, frente al 43,4% del cierre de 2009.
Pese a la caída en los beneficios, la entidad augura un beneficio al final de año similar al del año pasado, 265 millones de euros.
Los especuladores financieros parecen haber aprovechado el estancamiento de la reestructuración financiera para atacar a algunas entidades, fundamentalmente Caja Madrid. Los ‘credit default swaps’ de la caja que preside Rato se sitúan ya en 460 puntos básicos, un 170% más caros en que enero y el triple que La Caixa.
