El líder de Ciudadanos recuerda que no quería en el puesto ni a Fernández Díaz ni a Cospedal, y asegura que el sí a Ana Pastor no supone votar a favor de la investidura de Rajoy. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha afirmado este martes que su acuerdo con el líder del PP, Mariano Rajoy, para que Ana Pastor presida el Congreso a cambio de asegurarse dos puestos en la Mesa «no supone nada más», es decir, que no votará a favor de la investidura del popular como presidente del Gobierno.
También ha confirmado que no quería para el puesto de presidente del Congreso al ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, por «el escándalo» que ha surgido a raíz de sus conversaciones sobre investigaciones a políticos independentistas: «No es la persona más adecuada para el diálogo y el consenso».
Rivera tampoco quería a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, porque por su puesto puede ser ella quien tenga que «dar cuentas ante la Justicia de la imputación de su partido y de la sede embargada del PP» y no quieren que eso salpique a la presidencia del Congreso.
En declaraciones a Radio Nacional, ha defendido que Ana Pastor responde al perfil «constitucionalista» e «institucional» que requiere el puesto, en lugar del miembro de En Comú Podem Xavier Domènech «ni ningún invento de Podemos con los independentistas». También considera que el acuerdo ha conseguido una mesa plural en la que los dos miembros de Ciudadanos serán necesarios para cualquier mayoría.
Por otro lado, ha valorado como importante que el Mariano Rajoy haya admitido que puede gobernar en minoría y ha subrayado que para eso serán importante los partidos de la oposición, según declaraciones recogidas por Europa Press. En ese contexto, ha reclamado al PSOE que se mueva «ligeramente» para permitir que se forme gobierno. «No es que el PSOE se tenga que casar o fusionar con el PP», ha dicho.
A su modo de ver, el PSOE tiene que «resolver el dilema» entre ir a terceras elecciones o permitir un Gobierno del PP y ha dejado claro que no espera que un partido que ha gobernado 21 años acceda a negociar con un total de 18 partidos para formar un gobierno alternativo.
«Que ponga sus condiciones pero que permita un gobierno», ha dicho, y ha llamado también al PP a esforzarse para conseguir esa negociación con el PSOE que lleve a que los socialistas se abstenga y permitan que arranque el Gobierno.
Por otro lado, ha dejado claro que CDC no podría tener grupo parlamentario propio con sus resultados electorales, porque no tiene ni un 5 por ciento de los votos a nivel nacional ni un 15 por ciento de papeletas en las circunscripciones en las que se ha presentado.
Otra cosa, ha dicho, es que PP o PSOE decidan prestarles escaños para permitirles tener grupo, pero ha dejado claro que él no lo compartiría. «Prestar votantes del PP a un partido independentista no sé si los votantes del PP estarán muy de acuerdo, para que tengan más dinero, más tiempo y más presencia», ha dicho, antes de reconocer que no tiene constancia de que haya negociaciones en ese sentido.
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