Las escuchas a Fernández Díaz sugieren maniobras para asfixiar a la sanidad catalana

Grabaciones de Interior

Las escuchas a Fernández Díaz sugieren maniobras para asfixiar a la sanidad catalana

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior en funciones

El jefe de Antifraude en Cataluña reconoce ante el ministro del Interior: «Les hemos destrozado el sistema sanitario» “Les hemos dado en todos los morros con Ramón Bagó, les hemos destrozado el sistema sanitario, les hemos acusado, estamos jorobándoles el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació”, enumeraba el jefe de la Oficina Antifraude catalana, Daniel de Alfonso, en su conversación con el ministro Jorge Fernández Díaz revelada por Público. Es un intento del magistrado de recordar al ministro del PP todo lo que organismo que dirige había hecho para dañar a las fuerzas independentistas catalanas, en particular a Convergència Democratica de Catalunya (CDC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Y entre esos ataques, nada menos que el sistema de salud de la Comunidad Autónoma de Cataluña. La afirmación de De Alfonso y la posterior respuesta del ministro del Interior confirman que el Gobierno central estaba dispuesto a asfixiar la sanidad catalana, de competencia autonómica, con tal de atacar al independentismo. “Está claro, está claro”, asentía Fernández Díaz a la enumeración de su interlocutor según las grabaciones hechas públicas por el citado medio.

La crisis económica se cebó con uno de los sectores que más recursos necesita en el Estado de bienestar español, el sanitario, que ha sufrido duros recortes durante los años de crisis junto a la Educación y la Dependencia, entre los grandes servicios sociales. En el caso del Servicio Catalán de Salud, la falta de liquidez provocó sonados retrasos e impagos a proveedores, una dinámica de déficit que se cronificó y de la que Generalitat y Gobierno central se han acusado mutuamente durante el último lustro.

Los impagos a proveedores, en especial a farmacéuticos, llegó a propiciar huelga del sector que logró gran seguimiento en la región catalana. El Gobierno central se vio obligado a poner en marcha el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), del que dependen mensualmente tanto el cobro de los proveedores farmacéuticos como el pago de los conciertos sanitarios con empresas privadas, el sector más afectado por la falta de liquidez en Cataluña.

En cualquier caso, el gobierno autonómico CDC mantiene una denuncia constante de “infrafinanciación” del sistema sanitario catalán. Al inicio de esta semana, el candidato de Convergència, Francesc Homs, afirmaba que si Cataluña ha cumplido con los objetivos de déficit impuestos por el ministro de Hacienda ha sido para defender el sistema sanitario catalán, porque, si no hubieran generado deuda, se lo habrían «cargado», afirmó.

El resto de la conversación en la que se enmarca esta afirmación sobre sanidad se refiere a la supuesta conspiración de Fernández Díaz y el magistrado para buscar, bajo mandato político, causas susceptibles de ser usadas en los tribunales contra los líderes independistas, de su filtración interesada a la prensa y de todo un conjunto de maniobras para desprestigiar al movimiento independentista saltándose la separación de poderes.

Sobre cómo deberían pasar determinadas informaciones a la prensa, De Alfonso pide constantemente al ministro que se oculte la relación de la Oficina Antifraude: “No soy de la Generalitat, la oficina no pertenece a la Generalitat, somos independientes. En fin, yo soy español, lo tengo claro, pero estoy en una situación que tengo que bailar allí”, ruega De Alfonso.

Y añade, sobre la revelación a la prensa de supuestas irregularidades de los líderes independentistas: “Pero yo creo que, si salen, mejor que haya ido primero a la Fiscalía. Lo ideal es: si eso está en un juzgado y sale, nadie va a sospechar que sale de la Policía ni de investigaciones policiales; nadie va a sospechar. Eso sí, los funcionarios de turno, el periodista gacetillero que está siempre por ahí, el amigo del fiscal…”, expresa De Alfonso.

“Lo digo porque muchas veces, cuando lo publicas, generas una presión mediática que al final haces que cosas por las que no se hubieran tomado interés, se lo toman”, apunta a su vez el ministro del Interior.

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