El ministro del Interior denuncia “una clarísima intencionalidad política de perjudicarnos a mí y al partido que represento”. El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, lo tiene claro: no va a dimitir por la polémica desatada por sus conversaciones con el jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso. “En absoluto”, afirma el candidato del PP por Barcelona a las elecciones generales, que se siente “tranquilo”.
“De esa conversación no se desprende ninguna ilegalidad. Estoy absolutamente tranquilo”, ha afirmado el ministro en una entrevista a ABC en la que reitera que “la relación entre la Oficina Antifraude de Cataluña y el Ministerio del Interior se enmarca en la absoluta normalidad institucional entre dos instituciones que tienen en común la lucha contra el fraude y la corrupción”. “Lo que sí que resulta reprobable”, señala Fernández Díaz, “es que alguien haya grabado y difundido esta conversación de hace dos años a cuatro días de las elecciones generales”.
Y es que, en su opinión, hay “una clarísima intencionalidad política de perjudicarnos a mí y al partido que represento” ante la cita en las urnas de este domingo y ha reiterado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “tuvo conocimiento de estos hechos anteayer, el mismo día que se hicieron públicos”.
Esta negativa a dimitir también la ha manifestado en otra entrevista hoy en La Razón, en la que sostiene que “no les voy a dar ese gusto a los soberanistas”. “A mí me nombró ministro el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No me nombró Bildu, ni ERC ni el PSOE”, recuerda el titular del Interior, que insiste en que “el PSOE presentó una querella contra mí ante la Fiscalía General del Estado por reunirme con Rato y la Fiscalía del Tribunal Supremo tardó cinco días en archivarla diciendo que se trataba de ‘una denuncia prospectiva carente de todo fundamento fáctico’”.
Asimismo, admite que desconoce quién ha grabado sus conversaciones con el director de la Oficina Antifraude de la Generalitat. “Eso es lo que quiero saber yo también. Por eso he ordenado una investigación al comisario general de la Policía Judicial” y niega que tenga motivos para pensar que ha sido Daniel de Alfonso. “Sería una temeridad por mi parte acusarle, entre otras cosas, porque los grandes perjudicados somos él y yo”, señala el titular del Interior.
