El exdiplomático, investigado por el presunto cobro de mordidas a cambio de conseguir contratos públicos a empresas españolas, pasará a trabajar para una potente compañía de relaciones públicas. Según el Portal de la Transparencia, el que fuese embajador en la India y actual investigado por recibir mordidas al otorgar contratos públicos a empresas españolas en el extranjero, Gustavo de Arístegui, ha encontrado un empleo tras dimitir de su cargo diplomático. El exembajador está siendo investigado por el presunto cobro de comisiones millonarias junto al exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna, por su labor de lobby para firmas españolas principalmente en África y Latinoamérica.
Pero en este periodo bajo la lupa de la Audiencia Nacional y solo cinco meses después de dimitir, Arístegui ha logrado encontrar una nueva ocupación: estará en plantilla de Mercury LLC, una firma de relaciones públicas con 18 oficinas en todo el globo y que ha trabajado para clientes como ministros de las Islas Caimán, compañías farmacéuticas o holdings de medios de comunicación, entre muchos otros.
De esta forma, el exdiplomático no se aleja demasiado de la figura del ‘conseguidor’, toda vez que su labor en la presunta trama que se le imputa consistía en representar a firmas nacionales ante autoridades extranjeras para presionar en la adjudicación de contratos públicos. Esta vez bajo cauces legalmente reconocidos, colaborará con la compañía estadounidense que se define como firma de alto nivel capaz de “ofrecer resultados a las empresas más exitosas del mundo”, asesorando a bufetes, gobiernos, partidos políticos, ONGs o “prominentes figuras públicas y políticas”.
Una de las divisiones de la firma se centra en las “relaciones gubernamentales”. “Mercury goza de gran experiencia en la interlocución con el Gobierno en el Congreso, las cámaras estatales en todo EEUU y los consejos locales del país”, explica. “Sabemos cómo influir en el funcionariado elegido a todos los niveles de gobierno, y nuestras estrategias de táctica neutra ofrecen a los clientes herramientas de comunicación, movilización de bases, encuestas y presión estatal en nuestras 18 oficinas”, se lee en la web de la compañía que ficha al exdiplomático español. “Nuestros resultados quedan probados anualmente en la legislación pública, informes de comités, presupuestos y regulación de actividades”.
Según la causa que acusa a Arístegui, él y De la Serna ejercían como conseguidores de contratos públicos bajo una empresa registrada por ambos en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Entre ellos destacan dos concesiones de obras públicas en Argelia, logradas a través de presuntos pagos a funcionarios y autoridades del país: una desaladora de agua por 250 millones de euros y la construcción de un tranvía por una adjudicación de 230 millones, según avanzaba El Mundo poco antes de las elecciones del 20D.
La pasada semana Arístegui se negaba a declarar ante el juez José de la Mata por los supuestos cobros ilegales, la misma estrategia que siguió su hijo, Borja de Arístegui, también implicado en la presunta trama corrupta.
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