Según la declaración del comisario que grabó una conversación con Ignacio González en 2011, el expresidente se hizo con dos millones por la recalificación de Arganda. El comisario José Manuel Villarejo declaró ayer como testigo ante el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Estepona, en Málaga. Es el tribunal que investiga la compra del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, de un ático en Marbella, junto a su mujer, Lourdes Cavero. Villarejo fue reclamado para explicar su conversación con el político, grabada en 2011 y publicada por El Mundo.
Según han publicado hoy varios medios, Villarejo aseguró que, a través de un confidente, supo que el expresidente se hizo con dos millones de euros por la recalificación de Arganda, en Madrid, lo que califica como “el pastel gordo” de la trama Gürtel en el municipio.
Por otro lado, Villarejo ha asegurado haber recibido presiones del actual director de la Policía, Ignacio Cosidó, para frenar la investigación sobre González; presiones que también provenían del ámbito judicial según su declaración. «Coaccionó hasta el juez de instrucción nº2 de Madrid y tras esas coacciones se ordenó por el señor Cosidó a traves del comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martin Blas, que no siguiera con esta investigacion».
«Sé además que el señor Cosidó tuvo una comida con el señor Fornet del SUP, el Sindicato Unificado de Policía, para que dejará la investigación y se apartase de la denuncia», transcribe Cadena Ser la declaración del comisario.
Sobre su conversación con González, el comisario asegura que sus superiores tuvieron constancia de la reunión, y que el único objetivo del expresidente era ocultar toda la investigación del ático.
En manos del tribunal queda ahora pronunciarse sobre los indicios de delito en la operación inmobilliaria a manos de Ignacio González.
