Los profesionales de la Enfermería se sienten «engañados» por el ministro y critican que el real decreto para regular sus tareas daña a los enfermeros y al paciente. Apenas unas horas después de que el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, diera cuenta del real decreto de la prescripción enfermera, el colectivo denunciaba lo que considera un “engaño” a la profesión. Habían dado un ultimátum al Gobierno para regular la prescripción de medicamentos por parte de enfermeros y amenazaban con ir a la huelga si Sanidad no dotaba de seguridad jurídica sus tareas. Los enfermeros pedían poder prescribir legalmente determinados medicamentos y tratamientos que, de facto, ya se ven obligados a prescribir para que el procedimiento sanitario funcione con fluidez, pero que no constan entre sus funciones legales.
Ahora, el colectivo se siente “traicionado, engañado y humillado “, por el contenido del decreto aprobado por el Gobierno del PP. Denuncian que la cartera de Alonso “ha modificado a última hora, con nocturnidad y alevosía y sin consultar con la profesión enfermera, que deja en una situación peor, tanto a profesionales como a pacientes”.Y ejemplifican sus consecuencias: hasta ahora la vacunación era gestionada directamente por los enfermeros siguiendo protocolos establecidos por las Consejerías de Salud de cada Comunidad Autónoma. En adelante, los profesionales de enfermería no podrán administrar una vacuna al paciente tras realizar una valoración clínica, tanto en casos de las vacunas pediátricas como vacunas de adulto, en las que se encuentran la de la gripe o el tétanos.
“La profesión enfermera en ningún caso se negará a administrar la vacuna, pero deberá siempre comprobar que cada paciente ha pasado previamente por el médico obligando a retrasar considerablemente el proceso sanitario, lo que podría provocar su colapso”, informa el colectivo en pleno inicio de la campaña de vacunación contra la gripe.
Tampoco podrán actuar como hasta ahora las matronas, enfermeras especialistas, “cuando gestionan un parto de forma autónoma y prescriben diversos medicamentos, por ejemplo, cuando nada más llegar al hospital administran oxitocina a la parturienta”. En la misma línea, los enfermeros no podrán “utilizar cremas –a veces con antibióticos– o apósitos medicamentosos para curar heridas, quemaduras o ulceras por presión”, o regular “la medicación a los pacientes crónicos en las consultas de enfermería, por ejemplo, en el caso de los diabéticos o los pacientes anticoagulados”, denuncia el colectivo.
La Mesa de la Profesión Enfermera se reúne hoy para acordar un calendario de reivindicaciones en contra de la nueva ley, y ha anunciado que solicitará al Tribunal Supremo la «inmediata suspensión cautelar» del real decreto por «nulidad de pleno derecho» del artículo que regula las actuaciones con los medicamentos sujetos a prescripción médica.
“Siendo la regulación de la prescripción enfermera un gran avance que supone importantes beneficios para la salud de los ciudadanos y la asistencia de los pacientes, el Gobierno se ha dejado chantajear por los médicos introduciendo modificaciones al artículo 3 del Real Decreto de Prescripción”, denuncia el colectivo en un comunicado, en referencia al desencuentro con los médicos, que nunca dieron el sí a la prescripción enfermera.
Según los representantes de la enfermería, Sanidad ha actuado “al dictado de organizaciones médicas ultraconservadoras que chantajearon al Gobierno con concentraciones minoritarias a las que asistieron poco más de 150 personas de los 200.000 médicos que trabajan en España”.
