La número dos de Mariano Rajoy se ha referido a las muchas declaraciones de su jefe en los últimos meses en las que, en su opinión, ya ha sido “muy claro”. El Gobierno marca distancias con la propuesta del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, para reformar la Constitución y dar un nuevo encaje a Cataluña. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha limitado a catalogar su iniciativa como unas declaraciones de índole “personal”.
En su lugar, la número dos de Mariano Rajoy se ha referido a las muchas declaraciones de su jefe en los últimos meses en las que, en su opinión, ya ha sido “muy claro”. El resto, según ha explicado Santamaría al término de la reunión del Consejo de Ministros, son opiniones “personales” e “individuales”.
Se repite lo que ayer mismo ocurrió cuando el Partido Popular (PP) se desmarcaba de la tesis planteada por Margallo y que incluía, entre otras cosas, un nuevo reparto del IRPF de modo que en el caso de los ciudadanos con residencia en Cataluña se quedar prácticamente íntegro en las arcas de la región levantina.
El vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Casado, ya había calificado las palabras del titular de exteriores como de “opiniones personales”. A palabra seguida explicó también que para nada se planteaba la posible formulación de esta propuesta coincidiendo con la disolución de Cortes para la convocatoria de elecciones, ya que para su partido este asunto no se trata de una “prioridad”.
Críticas a la Diada
En plena celebración de la Diada, Santamaría ha criticado que más allá del carácter soberanista que en los últimos años se ha querido dar a la jornada, en esta ocasión se ha convertido en “un acto electoral de Mas” en lugar de consistir en lo que a juicio de la vicepresidenta debería ser: una “fiesta de todos los catalanes”. Al presidente catalán le ha acusado de utilizar instituciones y recursos públicos para la campaña de Junts pel Sí.
