“Era una reunión absolutamente legal que no merece ningún reproche ético”, asegura el ministro que defiende que “sus señorías no tenían por qué tener conocimiento” del encuentro. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha defendido que su reunión con Rodrigo Rato el pasado 29 de julio en su despacho en el Ministerio se celebró con luz y taquígrafos, no clandestinamente a pesar de que este encuentro se conoció gracias a una información de El Mundo.
Así lo ha asegurado Fernández Díaz en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, “la séptima en la presente legislatura”, ha recordado. El titular del Interior ha explicado que “existe cierta imprecisión en la información publicada en primer momento”, en concreto, en lo que se refiere a la fecha y la duración de esta cita. Y es que, ha aclarado que “la primera reunión” fue el 29 de julio y no el 22, como se decía en la mencionada información, y la duración fue de una hora y no dos.
El ministro, que ha recordado que comparece ante la Cámara baja apenas seis días después de que este tema saltara a los medios, ha destacado que “sus señorías no tenían conocimiento ni tenían por qué tener conocimiento” del contenido del encuentro con Rato. “Entenderán que tenía que guardar cierta reserva”, ha dicho Fernández Díaz, que ha reiterad que “yo también tenía restringida mi capacidad de información por el asunto tratado”.
Asimismo, el titular del Interior ha asegurado que este encuentro “se produjo porque consideré que era mi deber atender esa petición y que debía realizarse en el Ministerio del Interior” y no “en un piso franco, de forma clandestina”.
“La celebro con luz y taquígrafos, no clandestinamente”, ha remarcado Fernández Díaz que ha señalado que comparece “con la cara alta” y la “convicción de que he actuado con pleno respeto a la separación de poderes”.
