Marea Verde y sindicatos consideran un insulto que Marcial Marín sea el número dos del Ministerio pese a su “ataque despiadado a la enseñanza pública”. Tanto la Marea Verde con los sindicatos de la enseñanza de Castilla-La Mancha han respondido con indignación al hecho de que el Consejo de Ministros haya aprobado el nombramiento como número dos del Ministerio de Educación a Marcial Marín, el que fuera consejero del ramo de María Dolores de Cospedal y firme defensor de las políticas de recortes de José Ignacio Wert.
Marín sustituye en la Secretaría de Estado de Educación a Montserrat Gomendio, que dejó el cargo en mayo, cuando fue designada directora general adjunta de Educación de la OCDE, y es el primer cargo que designa el recientemente nombrado ministro de esa cartera, Íñigo Méndez de Vigo, que tomó posesión el 25 de junio, en sustitución de Wert.
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Castilla-La Mancha, STE-CLM, “considera un insulto, a toda la Comunidad Educativa castellano manchega, el nombramiento como secretario de Estado de Educación de la persona que más daños ha causado a la educación pública en nuestra comunidad autónoma”.
Recuerda que su mandato al frente de la Consejería de Educación, “se ha caracterizado por su ataque despiadado a la enseñanza pública y su apoyo a la enseñanza privada-concertada” y recalca que “el balance de su gestión así lo demuestra: cerca de 6000 interinas e interinos despedidos, 70 escuelas rurales cerradas, consolidar conciertos educativos, precarizar el empleo tanto del profesorado interino como del definitivo, discriminar por razón de género a las compañeras embarazadas, hacer desaparecer la gratuidad de materiales curriculares y las becas de comedor, transporte, masificar las aulas…”
”Gestión pésima”
Dicho sindicato califica de “pésima” la gestión de Marín en Castilla-La al considerar que “no ha existido planificación en ningún momento, la coordinación entre los servicios centrales y periféricos ha sido nula” lo que ha generado “un constante estado de incertidumbre en los centros educativos”.
Hacen notar que “han sido numerosísimas las movilizaciones y las huelgas que los distintos sectores de la comunidad educativa castellano-manchega han realizado durante estos cuatro años contra las medidas precarizadoras, arbitrarias y privatizadoras puestas en marcha por el señor Marín”. Denunciando que “ante las protestas, su respuesta ha sido la amenaza y la represión” ya que “numerosos compañeros y compañeras han sido sancionados por manifestar su disconformidad por su manera de hacer las cosas”.
Critican su “talante negociador”, y su “actitud despótica y poco democrática en la toma de decisiones” al imponer “programas que han sido rechazados por la mayoría como el programa abriendo caminos, el plurilingüísmo…”
Desde STE-CLM consideran que Marin “ha mostrado, de manera clara, su incapacidad para llevar las riendas de una materia clave como es la educación, no solo por su visión mercantilista, neoliberal y conservadora, sino por ser un pésimo gestor”, por lo que lamentan que desde el Partido Popular se “premie” a un consejero de Educación “que ha basado su modelo en el fomento de una educación elitista y discriminatoria, olvidando que la educación ha de servir para garantizar la igualdad de oportunidades y la equidad social”.
Puesto de honor en recortes
Alfonso Gil Simarro, secretario General de la Federación de Enseñanza de CCOO en Castilla La Mancha, también muestra la decepción del sindicato por el nombramiento de Marín como secretario de Estado de Educción. Lo hace en la web donde Gil Simarro ironiza con lo que poco que les ha durado la alegría por la marcha de Wert y de Gomendio.
Explica el líder de este sindicato que “si algo sabemos quienes hemos vivido de cerca los cuatro años en los que Marcial Marín ha sido Consejero de Educación en Castilla La Mancha es que accedió a la Consejería con un desconocimiento absoluto del sistema educativo”, aunque apuntan que “quizás haya sido ese desconocimiento lo que le ha permitido hacer las barbaridades que ha hecho sin descomponerse”.
Señalando que el consejero aprendió rápido de “despidos, de reducción de la duración de los contratos, de cierres de escuelas rurales, de supresiones y recortes varios: presupuestos, apoyos educativos, rutas escolares, becas de comedor, gratuidad de libros, derechos, salarios y un largo etc… hasta ocupar un más que dudoso puesto de honor en el ranking de los recortes en educación según datos del propio gobierno del PP”.
Recriminan desde la Federación de Enseñanza de CCOO que Marín “fue más allá de lo que desde Madrid se imponía subiendo las ratios hasta el máximo y, en muchos casos, más allá, incrementando la jornada lectiva por encima de lo que el ministro Wert decretaba, reservando para los representantes de la administración más de la mitad de los miembros de la comisión de selección de directores de centros, reduciendo el salario de los trabajadores enfermos por encima de lo que recoge la ley, etc…”
Y resaltan que su “desprecio absoluto a la negociación con los legítimos representantes de los trabajadores y con los usuarios del servicio público educativo” provocaron “las mayores y más numerosas movilizaciones que se recuerdan en la educación regional”. Para terminar expresan su sorpresa de que se le “premie” con el cargo de secretario de Estado y concluyen con una pregunta que lo dice todo: “¿Qué hemos hecho para merecer este castigo?
También la Marea Verde ha dejado claro en las redes sociales su malestar por la primera decisión del nuevo ministro de Educación, una decisión que creen “retrata” a Méndez de Vigo al elegir como su mano derecha “al ejecutor de infinitos recortes y trasvases” con el Gobierno de Cospedal.
