El sector ‘aznarista’ del PP ha vuelto a reactivarse para debilitar el liderazgo de Rajoy. Con Eduardo Zaplana y Juan Costa a la cabeza, han celebrado un acto paralelo a un desayuno de Ana Pastor, presentado por Rajoy, para mostrar su rechazo a un líder a quien consideran sin legitimidad y sin proyecto. El PP continúa dividido. A pesar de que Mariano Rajoy quiso zanjar definitivamente el conflicto interno tras el último enfrentamiento por la lucha de poder en Caja Madrid y entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, lo cierto es que hoy en Madrid se ha puesto de manifiesto que el sector ‘heredero’ de José María Aznar continúa dispuesto a poner fin a la etapa del presidente popular.
Con la excusa de un desayuno organizado por Executive Fórum, con la colaboración del diario Negocio y protagonizado por el ‘popular’ Santiago Abascal, presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes), se congregaron en el hotel Hesperia de la capital varios históricos del PP como Eduardo Zaplana, Juan Costa, María San Gil o José Antonio Ortega Lara.
Entre los asistentes también se encontraba el ‘número dos’ de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid, Francisco Granados, quien no cruzó ni una sola palabra con el resto de asistentes. Llamó la atención la ausencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, a pesar de que su presencia estaba confirmada y de que no tenía ningún acto fijado en su agenda.
También asistió el diputado del PP Manuel Pizarro, encargado de presentar a Abascal a quien calificó, junto a San Gil y Ortega Lara, de “espejos donde todos debemos mirarnos”. El parlamentario alabó la figura de Abascal al señalar que es parte importante del PP, un hombre de principios y valores y que sin este tipo de políticos no se puede estar en la política. También le puso como ejemplo de coherencia y valentía y le auguró una larga carrera política si aprende “a ser cauto como el cordero y astuto como la serpiente”.
Los asistentes aplaudieron con entusiasmo las críticas de Abascal a la actual dirección del PP. El ex diputado del PP vasco denunció la ausencia de democracia interna en los partidos, también en el suyo propio, y advirtió de que el liderazgo de los populares debe tener mayor legitimidad.
En este sentido, recordó que en 2011 se celebrará un congreso que elegirá al candidato a las elecciones generales, una oportunidad no sólo para conceder más legitimidad al líder sino también para clarificar el proyecto y la alternativa del partido. Abascal abogó también por acabar con el “espectáculo de líderes territoriales” que recuerdan constantemente sus avales. Por otro lado, instó a PP y PSOE a pactar un Gobierno transitorio que deje al margen de las decisiones a los nacionalistas.
Su intervención se produce tan sólo unos días después de que Abascal acusara al presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, de expulsarle de la Ejecutiva del partido, de la que fue miembro durante 13 años, para ‘eliminar’ a todos los fieles a San Gil.
El acto protagonizado por el sector duro ha contraprogramado un desayuno de la coordinadora de Políticas Sociales del PP, Ana Pastor, presentada por Mariano Rajoy, en el Hotel Ritz a la misma hora.
Entre los asistentes figuraban Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Ruiz Gallardón, Ana Botella, Manuel Fraga, Federico Trillo, Miguel Arias Cañete y el ex director del FMI y previsible futuro presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato. También asistió el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, y Jaime García Legaz.
Los dos actos paralelos del PP han devuelto a la primera línea del protagonismo político a dos ex dirigentes populares desaparecidos en los últimos años. Eduardo Zaplana y Rodrigo Rato han ‘regresado’ para posicionarse claramente cada uno a un lado.
