¿Tamayazo a la vista? Los populares alientan los rumores sobre una posible rebelión entre los concejales socialistas en la investidura del sábado que podría convertir a Aguirre en alcaldesa. El PP no tiene tan claro que Manuela Carmena se convierta este sábado en la alcaldesa de Madrid. Destacados dirigentes nacionales del partido recuerdan que para que la candidata de Ahora Madrid sea investida como sucesora de Ana Botella al frente del ayuntamiento de la capital primero tiene que contar con el apoyo de los nueve ediles del PSOE. Algo que nadie garantiza al 100% a tenor de la guerra interna que últimamente siempre caracteriza a los socialistas de la región.
“No esperamos un tamayazo como tal”, reconocen representantes del Partido Popular sobre la cita del sábado, pero sí alguna sorpresa. Y es que, los populares se encuentran a la espera de ver cómo se suceden los acontecimientos estos días y qué pasa en el salón de plenos del Palacio de Cibeles este sábado en la votación que arrancará a las 11 de la mañana ya que quieren saber qué harán los concejales de la lista de Antonio Miguel Carmona.
Cargos nacionales del PP creen que alguno de los nueve ediles socialistas puede romper la disciplina de voto y no apoyar, tal y como se prevé, la investidura de Carmena como próxima alcaldesa de la ciudad. El motivo, según alegan estos populares, no es otro que la división que en los últimos meses caracteriza al PSOE de Madrid desde la decisión de Pedro Sánchez de destituir a Tomás Gómez e imponer una gestora.
“Los socialistas están muy presionados por la federación madrileña”, explican dirigentes populares que insisten en que “hay que esperar”, ya que si en algo se caracteriza Madrid (tanto la Comunidad como la capital) es por ser imprevisible en todo lo que tenga que ver con la política y recuerdan la polémica desatada tras la decisión de Ferraz sobre Gómez, que aún cuenta con un importante número de fieles en el partido.
La idea de que uno de los concejales del PSOE no vote a Carmena, otorgando así la alcaldía a Esperanza Aguirre, es un rumor que ha corrido como la pólvora en los últimos días en gran parte de los círculos políticos de la región y que muchos no desechan. Según han señalado fuentes parlamentarias, la relación de Antonio Miguel Carmona y de muchos socialistas con Ferraz y con la gestora que preside Rafael Simancas es todo menos cordial. A un importante sector del partido en Madrid no gustó nada la destitución de Tomás Gómez por parte de Pedro Sánchez y, menos aún, el nombramiento de Simancas.
Este malestar se acrecentó durante la campaña electoral del 24 de mayo, ya que hubo voces en el seno del partido que reprocharon a Ferraz sus constantes guiños a la candidatura de Ángel Gabilondo frente a la de Carmona. Un enfrentamiento que, lejos de desaparecer, aún está latente tras los resultados de la mencionada cita en las urnas.
Gómez y Podemos
El propio Tomás Gómez firmaba este domingo una tribuna en La Razón en la que alertaba a los socialistas del riesgo de pactar con Podemos, formación que, en su opinión, quiere “acabar con el PSOE”.
El que fuera líder del PSM, según Europa Press, advierte de que no se puede “alcanzar un acuerdo con Podemos para toda España” porque no es un partido “homogéneo ni en sus bases ni en sus propuestas”, ya que Pablo Iglesias no puede “pactar en nombre de todos sus militantes ni asegurar que su cumplirán sus términos en toda España”.
Para Gómez “es difícil pactar con quien quiere tu desaparición, pero tampoco se pueden defraudar las normales expectativas de cambio en un sistema democrático” y remarca que “no se salva Madrid apoyando a Aguirre, pero tampoco dando un cheque en blanco a Carmena y desentendiéndose de lo que ocurra después”.
