La diputada Libertad Martínez firma un artículo en el que denuncia que “desde dentro de la izquierda” se renuncie “a nuestro propio lenguaje, nuestra propia propuesta y nuestro propio formato político”. La pelea que mantiene la ‘vieja guardia’ de IU en Madrid con el sector encabezado por Tania Sánchez y Mauricio Valiente, ganadores de las primarias para elegir a los candidatos a la Comunidad y a la Alcaldía de la capital, se ha trasladado a las páginas de ‘El País’. La diputada Libertad Martínez firma hoy un artículo de opinión en este diario en el que carga contra aquellos que, incluso desde la coalición, defienden una “unidad popular”.
Bajo el título de ‘¿Madrid sin Izquierda Unida?’, la diputada de la Asamblea de Madrid y miembro de esta dirección regional denuncia la existencia de “muchos intereses” que buscan “expulsar del mapa político a Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid”.
Un “retorno del bipartidismo” con “una izquierda marginal o inexistente” a la que “se la pasa a cuchillo en tertulias televisiva”. Algo de lo que culpan a la dirección federal. “Una parte de nuestra dirección ha decidido renunciar a nuestra política por un hueco en el baile moderno”, afirma Martínez que destaca que “desde dentro de la izquierda se renuncia a nuestro propio lenguaje, nuestra propia propuesta y nuestro propio formato político”.
“Se nos pide a las gentes de IU que renunciemos a nuestras siglas y a presentarnos a las elecciones”, señala la diputada autonómica en referencia a las voces, entre las que se encuentra la del entorno de Tania Sánchez, que llaman a unir fuerzas con Podemos. “Se nos pide por quien ni se va a presentar, ni va a renunciar a sus siglas. Se nos pide, por una parte de nuestra dirección que ha decidido renunciar a nuestra política por un hueco en el baile moderno, la desaparición de nuestra formación”, continúa.
La veterana dirigente de IU Madrid recuerda que pertenece a “quienes defienden la identidad, la autonomía y el proyecto político y programático de Izquierda Unida”. “La convergencia social o política es absolutamente compatible con la presencia de una formación política”, pero “es la permanencia de nuestras ideas, y nuestra cultura política, lo que está en juego”.
De ahí que haya arremetido contra “la moda de no ser de izquierdas, ni derechas, de esconderse bajo una ‘unidad popular’ magmática y sin programa no deja de ser una trampa ética”. La diputada asegura que la coalición en la región “no caerá en una trampa liquidadora de la cultura de izquierda que siempre ha vivido en Madrid y seguirá viviendo, a pesar de quienes creen que es cosa de ‘trileros’ distinguir entre izquierda y derecha”.
“No se engañen; a la nueva política no le interesa destrozar el bipartidismo, es crear uno nuevo pero sin izquierda, y sin Izquierda Unida”, insiste.
