El boicot a Freixenet que promueve CiU se cuela en el primer discurso de Rajoy en Cataluña tras el 9N

Cataluña

El boicot a Freixenet que promueve CiU se cuela en el primer discurso de Rajoy en Cataluña tras el 9N

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno

El presidente de Gobierno también se ha referido a Podemos: “Nunca nada bueno ha salido de los populistas”. Después, ha exhibido los esfuerzos de su gabinete por la región. “Me importan, me preocupan y me ocupo de los problemas de los catalanes”. Así ha arrancado el presidente Mariano Rajoy su primer discurso en Cataluña desde que se produjo la consulta del pasado 9 de noviembre. Una arenga en la que se ha colado el boicot a Freixenet que promueve CiU como ejemplo del desgobierno en el que según el líder popular está sumida la región.

A pesar de que las primeras palabras de su intervención las dedicaba a Cataluña, dejaba su análisis para el final. “Ahora, voy a hablar de lo que está pasando en Cataluña” ha introducido el tema Rajoy para después enumerar las visitas que han realizado a la región tanto él -117 veces desde que preside el PP– como buena parte de los miembros de su Ejecutivo. Un argumento con el que ha querido contestar a aquellos que le acusan de no preocuparse por la comunidad levantina.

Rajoy ha defendido que “Cataluña es muy plural” así como que “los catalanes son muchos, y los independentistas muchos menos”. En esta línea ha criticado que “nadie tiene derecho a hablar en nombre de toda Cataluña y menos que nadie el que ha decidido ignorar a dos de cada tres catalanes”, en una alusión clara al presidente autonómico Artur Mas. A él le ha acusado de haber invertido “todo su esfuerzo, energía y tiempo” en buscar “su supervivencia política” a costa de “saltarse la ley”. Lo único que, según el presidente, ha conseguido con su “simulacro de consulta sin garantías”.

Frente a las felicitaciones a sus compañeros del PP en Cataluña y en especial a su líder regional, Alicia Sánchez Camacho, ha criticado la actitud del Gobierno catalán. “No es propio de un país que sus dirigentes hagan campaña en contra de una empresa propia”, ha denunciado. Unas palabras con las que ha querido contestar al llamamiento al boicot a los productos de Freixenet en Cataluña lanzado por la consejera nacional de Unió y diputada regional por CiU, Elena Ribera. La política amenazó a la bodeguera con haber perdido “dos millones de clientes” por haber brindado en su tradicional promoción de Navidad “por los próximos 100 años juntos”.

A renglón seguido, el presidente del Gobierno nacional ha exhibido la inversión realizada en Cataluña a lo largo de las últimas legislaturas y especialmente en la suya. “Dígame un país del mundo, uno sólo, con tanta red ferroviaria de alta velocidad que Cataluña tiene sus cuatro capitales conectadas”, ha dicho. Después, ha recordado que los servicios públicos catalanes siguen en pie gracias al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Tesoro de España cuando “vencieron los bonos patrióticos que [los gobernantes regionales] endosaron” a los ciudadanos y no podían pagar, así como por el Fondo de Pago a Proveedores.

Casi al término de su discurso sentenciaba a modo de resumen: “Lo hemos hecho por Cataluña porque lo haríamos por cualquier comunidad, porque es española”. El presidente de Gobierno ha defendido que la región “no puede ser un país de políticas únicas”, como según él pretenden imponer los partidos secesionistas.

Corrupción y reformas

Hasta que Rajoy se ha enfrentado al asunto catalán, al término de un discurso de más de 45 minutos con el que se han clausurado unas jornadas del PP catalán en Barcelona, se ha dedicado a repasar los éxitos económicos que a su juicio ha conseguido el Gobierno popular. “Estamos mucho mejor que el año pasado, pero mucho peor de lo que estaremos el año que viene”.

Sobre este asunto ha prestado buena parte de sus palabras a promocionar la reforma fiscal que el Ejecutivo pretende introducir en enero de 2015. Asimismo ha reconocido que, más allá de lo económico, el PP también tiene “más responsabilidad” en la lucha contra la corrupción que el resto de formaciones políticas porque “somos el partido más grande y gobernamos en más lugares”.

En torno al paquete de medidas anticorrupción que prepara su Gobierno y que ha recibido duras críticas de la oposición y destacados miembros del propio PP, como es el caso del expresidente José María Aznar, ha defendido sacarlo adelante en solitario si fuera preciso. Así se ha preguntado cómo llegar a un pacto con un PSOE que dos años después de haber acordado la modificación del artículo 135 en la Constitución sobre el déficit público dice ahora arrepentirse de ello. “¿Por qué no quieren pactar, cómo podemos pactar una reforma de la Constitución con alguien que después dice que fue un error?”, ha explicado el presidente.

El repunte de Podemos

En el acto, Sánchez Camacho y Rajoy han contado con el respaldo de buena parte de los ministros del Gobierno y varios altos cargos del partido como Rita Barberá, Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal. En el discurso del presidente de Gobierno se ha colado también el omnipresente Podemos, al que no se ha referido explícitamente.

Mariano Rajoy ha reconocido que “vivimos en tiempos difíciles” para después añadir que por eso “resulta muy sencillo unirse a los airados y los extremistas”. “Son los tiempos de los milagreros, las soluciones fáciles, en los que es fácil que prospere la demagogia y el populismo”, ha proseguido. Este capítulo lo ha terminado con una dura sentencia: “Nunca nada bueno ha salido de los populistas”.

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