La radio de Prisa denuncia haber sido ‘castigada’ en el último concurso de concesiones de emisoras para favorecer a empresas próximas al soberanismo. La emisora del Grupo Prisa denuncia hoy en su web que el “Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), órgano de la administración catalana, ha vuelto a beneficiar a empresas próximas al soberanismo y a castigar a las radios de ámbito estatal como la Cadena SER en el último concurso de concesiones de emisoras”.
Señala la SER que “el Consejo del Audiovisual de Catalunya, un órgano en principio independiente formado por tres consejeros designados por CiU, uno por ERC, uno por el PSC y otro por el PP, ha adjudicado 22 nuevas licencias de radio a empresas bien relacionadas con CiU.
Nueve de estas frecuencias han sido adjudicadas a las emisoras de RAC, del Grupo Godó. El segundo operador más beneficiado, con seis frecuencias, es el Grupo Flaix, propiedad de Carles Cuní y Miquel Calzada (este último nombrado por la Generalitat comisario de los actos del tricentenario). El CAC también le concede dos frecuencias a un empresario que creció a la sombra del pujolismo, Justo Molinero. El resto de frecuencias se adjudican a pequeñas empresas o entidades entre las que se encuentra la iglesia adventista.
Se quejan desde esta cadena que “de nuevo el Grupo Prisa no obtiene ninguna de las licencias de explotación comercial, que en principio se adjudican por un sistema de concurso público en el que puntuaban con 80 puntos la propuesta tecnológica, 80 la económica, 210 la programación y 80 la estructural”. Y explican que “tampoco obtiene ninguna frecuencia el resto de cadenas que operan en el resto de España”.
