Éramos pocos y parió la abuela. En camino a la isla, un huracán categoría 5 según la escala Saffir-Simpson que culmina precisamente en ese número al considerar vientos en torno a los 300 km/h. Se llama Irma y de acuerdo a los pronósticos de su trayectoria, deberá comenzar su azote en la región oriental este viernes para continuar en paralelo a la costa norte unos 500 km. hasta tomar rumbo hacia la península de La Florida, EEUU.
La Defensa Civil ha convocado en diversos medios de información a sembrar confianza en la población, sugerirle tomar todas las precauciones y hacer uso de una Guía Familiar orientativa de qué hacer frente a un meteoro de esta naturaleza, catalogado por los especialistas como “intenso y peligroso”.
De igual modo, se han cursado indicaciones a todas las instancias de gobierno para que acudan al plan de prevención de desastres, donde Cuba es ejemplo de acuerdo a organismos internacionales en su labor de preservar la vida humana.
La gente, entretanto, está en pleno frenesí de compras de toda una suerte de latas principalmente sardinas, que son las más baratas, y aprovisionándose de otros alimentos para paliar el azote huracanado y los días posteriores en que suelen presentarse dificultades en los suministros alimentarios.
Hasta el momento, no hay probabilidades de que Irma visite la capital cubana, una ciudad que por su deteriorado estado constructivo le sería imposible resistir un embate de esta naturaleza tan destructiva. Como, ha dicho un vecino nuestro, que si viene para La Habana, “que Dios nos coja confesados.”
