El balance de la campaña 2025 del Plan Nacional de actuaciones preventivas contra el exceso de temperaturas revela que el calor extremo se consolida como un riesgo estructural para la salud pública. El incremento de muertes y de alertas refleja la persistencia de las olas de calor y la falta de tregua entre episodios, con especial impacto en la población mayor y en colectivos vulnerables.
Balance de fallecimientos y comparación anual
Según los datos de Sanidad, este verano se activaron 5.178 niveles de riesgo térmico (20,6% de los días), frente a un 79,38% en nivel 0. La mortalidad atribuible al calor aumentó de forma drástica respecto al año anterior. El 95,98% de las víctimas tenía más de 65 años y el 65,29% superaba los 85. Por sexo, el 59% eran mujeres y el 40,61% hombres.
Las cifras confirman que el calor mata principalmente a personas mayores, muchas de ellas con enfermedades crónicas, medicación sensible a las altas temperaturas o condiciones sociales de vulnerabilidad.
Distribución mensual: agosto, el mes más mortífero
El impacto fue especialmente intenso en agosto, cuando se registraron 2.184 muertes, seis de cada diez del total. Julio concentró 1.060, junio 407, septiembre 173 y la segunda quincena de mayo apenas 8.
Agosto se consolida como el mes más mortífero, con más de la mitad de todas las muertes del verano
Muertes atribuibles al calor por mes (2025)
Mes | Muertes |
---|---|
Mayo (2ª quincena) | 8 |
Junio | 407 |
Julio | 1.060 |
Agosto | 2.184 |
Septiembre | 173 |
Total | 3.832 |
Quiénes mueren: edad, sexo y vulnerabilidad
El perfil de las víctimas muestra la fragilidad de los mayores frente a las altas temperaturas. Los mayores de 85 años fueron el grupo más castigado, seguidos por quienes tenían entre 65 y 84 años. Además, las mujeres representaron la mayoría de los fallecimientos.
La edad avanzada, las enfermedades crónicas y la falta de climatización en las viviendas se confirman como factores decisivos
Perfil de las víctimas (2025)
Indicador | Valor |
---|---|
≥65 años | 95,98% |
≥85 años | 65,29% |
Mujeres | 59% (2.276) |
Hombres | 40,61% (1.556) |
Fallecimientos por golpe de calor
El informe recoge 25 muertes por golpe de calor, frente a 17 en 2024, con un caso pendiente de validación en Cataluña. La mayoría se produjeron en Andalucía (10), Aragón (5), Comunidad Valenciana (5), Extremadura (3), Islas Baleares (1) y Cataluña (1).
El aumento de fallecimientos por golpe de calor refleja la intensidad de los episodios extremos y la falta de adaptación en sectores laborales expuestos
Más alertas y mejoras técnicas
Sanidad destaca que en 2025 se han consolidado mejoras en el sistema: redefinición de umbrales térmicos, ajuste del algoritmo de alerta temprana y clasificación en zonas de meteosalud. Además, el servicio gratuito de alertas térmicas envió 101.685 SMS y 37.631 correos electrónicos a suscriptores hasta el 30 de septiembre.
Estas herramientas buscan llegar a cuidadores, residencias y población vulnerable, aunque Sanidad insiste en que las cifras del MoMo son estimaciones estadísticas, no diagnósticos clínicos individuales.
Un verano excepcional y un reto sanitario estructural
El verano de 2025 ha sido uno de los más calurosos desde que existen registros. El exceso de mortalidad pone de relieve la necesidad de reforzar medidas de adaptación urbana, garantizar espacios de refugio climático y ampliar la protección laboral ante jornadas de calor extremo.
El calor extremo ya no es una anomalía, sino un desafío estructural que exige prevención, inversión y coordinación entre administraciones
El balance de Sanidad confirma que el calor extremo ha dejado una huella sin precedentes en la salud pública en 2025. Con olas de calor más largas y frecuentes, el desafío pasa por reforzar la prevención, proteger a los mayores y adaptar ciudades y trabajos a un clima cada vez más extremo.