Tras casi tres meses de bloqueo total, Israel anunció la autorización de 93 camiones con suministros para Gaza. Sin embargo, la ONU y MSF aseguran que la carga sigue varada y que el asedio continúa. La situación agrava el riesgo de hambruna que ya amenaza a 470 000 personas, según datos de Naciones Unidas, y dispara la indignación de la comunidad humanitaria.
Una ayuda «ridículamente inadecuada»
La coordinadora de emergencias de MSF en Jan Yunis, Pascale Coissard, aseguró que la “decisión de permitir una cantidad ridículamente inadecuada de ayuda” solo pretende “evitar la acusación de matar de hambre a la población” y que los camiones son “una mera cortina de humo” .
MSF: «La ayuda no ha llegado a la gente; el asedio sigue intacto»
Tres meses sin abastecimiento básico
Desde el 2 de marzo no ha entrado ningún envío efectivo de alimentos, agua o combustible en Gaza, recuerdan ONG y organismos de la ONU. Las 25 panaderías que respalda el PMA permanecen cerradas a la espera de harina, mientras 14 000 niños podrían morir de hambre en 48 horas si la situación no cambia, advierte UNICEF .
La ONU calcula que se necesitan 500 camiones diarios; hoy no pasa ni una quinta parte
Presión y críticas internacionales
La UE, el Reino Unido y varios países latinoamericanos han exigido a Israel que facilite el acceso humanitario. Incluso antiguos aliados, como el ex primer ministro Ehud Olmert, advierten de posibles crímenes de guerra por el castigo colectivo .
Crece la presión diplomática para que Tel Aviv levante el bloqueo
La respuesta israelí
El portavoz militar israelí (COGAT) sostiene que los camiones contienen harina, comida infantil y material médico, y que las demoras se deben a “exhaustivos controles de seguridad” para impedir que la ayuda llegue a Hamás. Organizaciones humanitarias replican que el procedimiento “carece de transparencia” y que obliga a descargar y volver a cargar la mercancía, retrasando su distribución.