Cosa de perros

La mirada crítica

Cosa de perros

Aviso de multa por no recoger los excrementos del perro

¿No constituye el automóvil un símbolo de libertad? ¿No constituye una sustanciosa fuente de ingresos para sus esquilmadas arcas, incluso a través de esa enmascarada y a veces arbitraria vía de las sanciones? Estaba poco menos que cantado. Dan mucho miedo los que enarbolan la bandera de la progresía simplemente por aquello de, dime de qué presumes y te diré de qué careces. Los nuevos consistorios, entre los que se incluye el referente de la capital de España, adoptan nuevas medidas restrictivas para el automóvil. Como si el automovilista no fuera un ciudadano por encima de todo que paga religiosamente una pila de impuestos por utilizar su vehículo.

Multa perros

Lo paradójico es que la ideología de la mayoría de estos ayuntamientos defiende las libertades individuales con mucho ahínco. ¿No constituye el automóvil un símbolo de libertad? ¿No constituye una sustanciosa fuente de ingresos para sus esquilmadas arcas, incluso a través de esa enmascarada y a veces arbitraria vía de las sanciones? Una vez más es el automovilista el culpable de todo y el que paga la fiesta. Si de verdad los consistorios quieren sacar dinero existen otros caminos, otras fuentes. Caminos que todavía están poco explorados y que reportarían a las arcas municipales buenos ingresos.

Las ciudades españolas, y una vez más Madrid constituye un significativo ejemplo, están cada vez más llenas de excrementos caninos. Aparte de la “guarrada” que ello supone es un atentado contra la salud pública. Vaya por delante el respeto por este noble animal (el mejor amigo del hombre) que es el perro, pero el problema radica en otros “perros” de dos patas: sus incívicos dueños. Lo raro es que no se le haya ocurrido nada a este respecto a la alcaldesa de Madrid, dado la ingeniosa pila de ideas con la que sorprende casi a diario. Madrid estaría más limpio y los incívicos bolsillos de algunos más vacíos. Además entra dentro de la normalidad el que un perro orine en las ruedas de un vehículo. ¿Vería con buenos ojos el dueño del perro que el automovilista miccionara en la puerta de su casa? Igual sí…..

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